Cómo sustituir adecuadamente las juntas de estanqueidad
Recomiendan cambiarlas, entre otras situaciones, si al revisar un vehículo se observan restos de líquidos o aceites alrededor del motor.
La junta de estanqueidad o junta mecánica es un material adaptable que se emplea para sellar la unión de las caras mecanizadas de los elementos de cierre de cajas de transmisiones o de cualquier otro elemento hidráulico o neumático.
Las juntas, recuerda Loctite en su blog, ahorran dinero en el mecanizado de las superficies de unión "porque evitan que tengan que acoplarse exactamente dichas partes". Para entender su uso y funcionamiento, la marca de sellantes de Henkel recuerda los tres tipos de juntas existentes.
Por un lado están las planas, que tienen la función de "garantizar la retención de los gases y de los líquidos entre dos superficies planas". También existen las tóricas que aseguran la estanqueidad de fluidos y las flexibles preformadas, empleadas, por ejemplo, en los cárter de las cajas de cambio automáticas, en las que ya viene hecho el molde para que acople a este y a la caja.
Además, están las masillas para juntas que, como recuerda Loctite son "ideales cuando no disponemos de las juntas anteriores y permite crear una junta que sella perfectamente cualquier parte del vehículo".
Dependiendo de cada vehículo tendremos que montar una junta u otra, aunque en algunos casos podremos montar la misma junta para diferentes partes de un vehículo, como por ejemplo la junta de la bomba de agua.
En el artículo se apunta que cambiar la junta "ayudará a mantener a pleno rendimiento los vehículos que acuden a tu taller. La estanqueidad es esencial para el correcto funcionamiento de los componentes del vehículo debido a que se puede producir una avería de forma rápida. Por ejemplo, la junta de tapón de vaciado no estancada provoca una pérdida de aceite que a largo plazo puede producir una avería en los componentes internos del motor".
Por ello, se enumeran varios motivos para llevar a cabo la sustitución de una junta. En este sentido, Loctite recomienda que una junta debe ser sustituida "una vez desmontada por mantenimiento o diagnóstico, ya que ha adoptado una forma en función del montaje anterior. Por lo tanto, no podrá adaptarse a la nueva posición de montaje y no realizará una estanqueidad eficiente. Por ello siempre se recomienda cambiar la arandela de estanqueidad del tornillo de purgado de aceite cada vez que lo vaciemos".
Por otro lado, también aconseja hacerlo "cuando realizamos una revisión del vehículo y observamos restos de líquidos o aceites alrededor del motor. Normalmente, esto se produce por una mala estanqueidad y por tanto debemos cambiar la junta correspondiente".
También debe hacerse, a juicio de Loctite, "durante una reparación en la que tengamos que desmontar gran parte del motor, es recomendable aprovechar para realizar un cambio de juntas. Por ejemplo, al realizar un cambio de correa de distribución se recomienda hacer el cambio de juntas del cigüeñal y árbol de levas".
Por último, el artículo recomienda hacerlo también "cuando se producen filtraciones de agua hacia el interior del habitáculo del vehículo debido a una mala instalación o a un deterioro de la junta de la luna delantera".
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