Cómo afecta al motor que el carburante se diluya con el aceite
Una vez que ocurre esta anomalía tienen lugar varios efectos que pueden provocar averías.
¿Qué ocurre cuando el combustible no se quema por completo en la cámara de combustión? La respuesta tiene que mucho que ver con ciertas averías, ya que el carburante, en estas circunstancias, tiende a pasar hacia el cárter. De hecho, baja a través de la falda del pistón hacia dicho elemento, donde se mezcla con el aceite de motor.
Total explica en su blog cómo influye la entrada de carburante en el cárter y la importancia de los lubricantes de calidad en este aspecto.
Así, el post recuerda que, una vez que ocurre esta anomalía, tienen lugar varios efectos. Uno de ellos es el lavado de las paredes de la camisa, de la falda del pistón y de los segmentos, lo cual implica que el carburante arrastra al aceite, por lo que la zona se queda sin lubricación y se produce un pulido de las camisas.
Esto significa que, al no haber lubricante, las superficies rozan entre sí, lo cual implica un desgaste. Al quedar pulida, la camisa tiene más difícil retener el lubricante en la zona, lo que puede conducir a averías como el gripado del pistón y de la propia camisa.
Otro efecto del paso del carburante al cárter tiene que ver con la dilución del aceite que provoca. Esta circunstancia implica que el lubricante pierda viscosidad, de manera que las películas que se forman son más débiles a la hora de soportar las altas cargas que se producen en ciertos puntos, como la zona de los casquillos de biela y cigüeñal.
¿Qué ocurre si la viscosidad baja demasiado? Total recuerda que se producen contactos entre las superficies metálicas, lo que conlleva un desgaste rápido de los casquillos por el rozamiento.
Un tercer efecto de los 'paseos' del combustible por el cárter está relacionado con el biocarburante. Actualmente, tanto el gasóleo como la gasolina integran en su formulación biocombustibles como el biodiésel, en el primer caso, o el bioetanol en el segundo.
Como el carburante se ve sometido a altas temperaturas en el cárter, la marca de lubricantes señala que se evapora parte del mismo, de tal manera que se concentra la cantidad de biocombustible en el caso del gasóleo. "Esto provoca que el biodiesel sea menos fluido y más viscoso que el gasóleo, por lo que el lubricante se espesas", apunta.
Para ilustrar esto, Total pone un ejemplo: "con un gasóleo al 7% de biodiesel, la parte de gasóleo se evapora en el cárter, por lo que la concentración de biocombustible puede subir a más del 10% de biodiesel. Debido a este efecto, la viscosidad de la mezcla de lubricante y carburante aumenta, mientras que el desgaste de los cojinetes se puede acelerar en gran medida".
El efecto del paso del combustible al cárter parece haberse atenuado en los últimos años, según señala Total. En este sentido, los análisis de ANAC realizados en vehículos pesados indican que más del 5% de las muestras de aceite de motor analizadas contienen combustible, aunque su concentración es mayor en los vehículos anteriores a 2009. Esto parece indicar que la combustión con los actuales sistemas de inyección de carburante ha mejorado este aspecto.
Respecto a los vehículos ligeros se ha observado casos en los cuales el nivel de aceite aumenta en lugar de disminuir, y en ocasiones se supera "ampliamente la señal de máximo de la varilla". Aunque puedan parecer buen noticias, no lo son: en estas circunstancias no solo obtendremos el mismo problema de dilución, sino que será además especialmente grave, dado que en estos casos la concentración de combustible es muy alta y ello puede provocar desgastes rápidos y averías. En ocasiones se puede detectar una bajada de presión y/o de potencia si se da este caso.
De hecho, algunos fabricantes han marcado una nueva señal por encima del máximo como indicación de alarma. Si se observa un aumento del nivel excesivo, se debe reducir a la mitad el kilometraje de cambio de lubricante, una indicación que aparece en el libro de mantenimiento del vehículo y se debe observar para mantener la garantía.
Además, al consumirse el lubricante (1 litro cada 10.000 kms) y ser sustituido por el carburante, se da una disminución de la concentración de los aditivos, por lo que pierden parte de su acción protectora del motor.
En el caso de los coches diésel también se produce entrada de gasóleo en el cárter por efecto de las postinyecciones que se realizan al regenerar el filtro de partículas para que los gases del carburante lleguen hasta él y ayuden a su regeneración mediante calor. Como no todo el gasóleo pasa a gas, parte del combustible entra en el cárter, lo que produce la temida dilución del aceite.
Respecto a los de gasolina, en la actualidad se están empezando a comercializar los motores TGDI, con turbo e inyección directa, con el objetivo de aumentar su eficiencia energética mediante un mayor ahorro de carburante y menos emisiones contaminantes. La popularización de estos propulsores supondrá una mayor presencia de gasolina en el aceite, junto a mayores temperaturas y presiones de trabajo para los lubricantes.
En su blog, Total recuerda algunas causas de entrada de combustible por efecto mecánico, sus efectos y la operación a realizar (en el post encontrarás más ejemplos). Así, si el vehículo circula con contínuas paradas y arranques, o se quema completamente el combustible, habría que reducir el kilometraje de cambio al cambio severo que indica el fabricante.
En otro ejemplo, la marca de lubricantes recuerda que si hay mala combustión o combustión incompleta, habría que revisar el funcionamiento de la cámara de combustión y el sistema de inyección.
En resumen, Total concluye que la entrada de combustible en el lubricante produce "una bajada de la viscosidad del aceite, que puede hacer que esta sea insuficiente para crear una película de aceite resistente a las altas cargas y velocidades de algunos puntos del motor. Esto conlleva que se produzca contacto entre las superficies metálicas y las piezas se desgasten".
Por esta razón, el fabricante defiende que "es crucial contar con un aceite de motor de calidad correctamente formulado y capaz de resistir la dilución por carburante, así como el efecto extra provocado por la parte de biocombustible". En este sentido, Total recuerda que la ACEA ha creado dos ensayos al respecto: el CEC L-104 que controla los efectos del biodiesel en el motor (pistón, anillos y formación de barros); y el GFC-Lu-43 A11 (oxidación en presencia de biocombustible), donde se controla la presencia de carburante y los efectos que produce, especialmente el biodiesel.
"Como resultado de estos tests, el lubricante dispone de una mayor capacidad para mantener sus características y aumentar su capacidad de proteger el motor frente a las diluciones", finaliza.
Si quieres consultar más contenidos sobre la lubricación de los vehículos, encontrarás más información en el blog de Total.
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