TERA se posiciona como experta en reparar baterías de vehículos eléctricos
La empresa alicantina promueve asimismo una red de talleres para ayudar a las empresas de reparación a ofrecer este servicio y también de certificación de este tipo de baterías.
Servicios de reparación, mantenimiento y certificación de baterías para empresas fabricantes o comercializadoras de vehículos eléctricos, así como para compañías que dispongan de flotas para alquiler, logística, renting o carsharing, entre otros. Es el perfil de actividad y el cliente tipo al que se orienta la empresa alicantina TERA, inmersa en un proyecto para afianzar la movilidad eléctrica en España.
El plan de TERA implica la implantación de un ecosistema que cubra todas las necesidades que el parque automovilístico electrificado (más de 300.000 vehículos, según datos de AEDIVE), similar al entorno perfectamente estructurado alrededor de los vehículos de combustión.
TERA explica que el servicio posventa es una pieza muy importante para facilitar esta transición a los usuarios, ya sean particulares o empresas, y es en esta área donde la empresa aporta su valor añadido, “ya que actualmente la mayoría de la industria de reparación de automoción no tiene ni los conocimientos ni la infraestructura para acometer los servicios de reparación, sustitución, mantenimiento y certificación del estado de la batería de los vehículos eléctricos”, señala la compañía.
Red de Talleres asociados
Ligado a este objetivo, TERA continúa trabajando en su programa de adhesión a una “Red de Talleres”, que sigue creciendo, cuyo número aumenta al darse de alta en su página web específica. Al pertenecer a la red, los talleres pueden ofrecer a sus clientes el servicio de reparación de baterías de coche eléctrico o híbrido, que se realizan en las instalaciones de TERA, un centro especializado único en España, adaptado a la normativa vigente, con 2.000 m² de superficie.
En estas instalaciones se aplica la tecnología más avanzada para la diagnosis y manipulado de baterías de vehículo eléctrico, así como la emisión de certificados con la documentación necesaria para acreditar el estado real de las baterías, “un servicio indispensable de cara a la transaccionalidad en la venta de vehículos eléctricos, entre otras aplicaciones”, asegura la empresa.
Con la idea principal de ir hacia un futuro más sostenible, la actividad de TERA alarga además la vida útil de las baterías, en una apuesta de negocio basada en la economía circular. Por cada vehículo que se repara y vuelve a ponerse en circulación, se reduce aproximadamente 10 toneladas de emisión de CO² frente al reemplazo por un vehículo eléctrico nuevo, señala la empresa.
TERA cuenta también con un plan de inversión de más de 1,2 millones de euros para completar la infraestructura de la Planta Piloto de desensamblado y caracterización, proyecto de consideración estratégica por la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana, y que permitirá completar el ciclo de tratamiento de las baterías, dándoles una segunda vida fuera del sector automotriz, lo que se traduce en reutilizar el 70% de los materiales de las baterías usadas para la fabricación de acumuladores de energía y, por supuesto, en una producción más respetuosa con nuestro entorno, consiguiendo un ecosistema de movilidad sostenible.
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