SERMI: el taller avanza en información técnica
El esquema SERMI reducirá los trámites necesarios para realizar operaciones en las que se vea involucrada información de seguridad antirrobo en los automóviles.
En un mercado como el europeo, en el que la libertad de elección del consumidor se considera un pilar fundamental, es necesario potenciar la libre competencia en los distintos sectores e indispensable para garantizarla. El de la reparación de vehículos es uno de ellos: los usuarios deben poder mantener sus vehículos en buen estado en el establecimiento que deseen.
Para preservar ese derecho, es imprescindible que los distintos actores —es decir, los talleres puedan acceder a la información que necesitan para reparar los vehículos. Parte de esa información puede ser sensible, como es el caso de la relacionada con los elementos antirrobo, que cada marca exige gestionar con los talleres. La entrada en vigor del esquema SERMI simplificará el proceso para todos los reparadores y supone un nuevo hito en el acceso universal a la información de las marcas.
QUÉ ES EL ESQUEMA SERMI
Básicamente, SERMI es el esquema que se ha instaurado en la Unión Europea para acreditar, aprobar y autorizar el acceso a información de reparación y mantenimiento —RMI, por sus siglas en inglés— relacionada con la seguridad antirrobo de los vehículos.
La organización europea de acreditadores (EA) ha validado ya este esquema y su implantación estaba prevista para agosto, pero ante el retraso generalizado de todos los países (solo Suecia está en condiciones de cumplir dicha fecha), se irá implantando de manera escalonada en los distintos países a medida que cuenten con los medios necesarios para gestionarlo. Entre ellos, un organismo que permita aprobar o denegar el acceso de los talleres y sus empleados a esta información sensible, conocido como Organismo de Evaluación de la Conformidad (COEC).
VENTAJAS DEL SERMI
¿Qué ventajas aporta este nuevo sistema a los talleres? Básicamente, supone un paso más en la simplificación de los trámites que deben realizar para disponer de la información que necesitan para reparar un vehículo.
Hasta que se ponga en marcha SERMI, cada taller debe solicitar y gestionar el acceso a la información relacionada con los sistemas antirrobo de los vehículos con cada marca, según el sistema que esta tuviera patentado. Es decir: los constructores tienen sus propios certificados y procesos de autorización para garantizar ese acceso y el taller debe gestionarlos con cada uno de ellos. Esta manera de hacer las cosas añade tareas burocráticas al trabajo habitual de los reparadores y lo ralentizan.
Aunque pueda parecer que esto solamente es un problema de los talleres multimarca, en realidad también afecta a los marquistas. La razón no es otra que estos establecimientos no solo atienden vehículos de la marca para la que están autorizados: habitualmente también lo hacen con automóviles de otros muchos fabricantes.
Con la puesta en marcha de SERMI, los talleres no solo se ahorrarán gestionar directamente con cada fabricante la información relacionada con los sistemas antirrobo de los vehículos, sino que realizarán ese trámite ante una entidad acreditadora —el CAB— organismo que es independiente de las marcas. Una cuestión que aporta transparencia a todo el proceso. Eso sí, para el resto de información no relacionada con el antirrobo, el acceso se seguirá efectuando a través del fabricante.
TALLER Y OPERARIO
El esquema SERMI exige que tanto el taller como los operarios que vayan a manejar la información de mantenimiento y reparación relacionada con los sistemas antirrobo del vehículo reciban una autorización del organismo competente (OEC). En este sentido, los empleados del taller necesitarán un certificado electrónico protegido con pin y autorización de múltiples factores para acceder a esa información en la web del fabricante. Por su parte, el taller será evaluado por una entidad de inspección para establecer su idoneidad.
Para que el empleado pueda recibir esa autorización, es necesario que el propio taller haya recibido la conformidad del CAB. Esto significa que, para reparar y mantener sistemas de vehículos en los que esté involucrado ese tipo de información, tanto el taller como los operarios deben contar con su correspondiente permiso.
¿Cómo se obtienen esos permisos? El taller que quiera realizar este tipo de trabajos debe dirigirse al OEC, que gestionará la aprobación para la empresa y las autorizaciones individuales para sus empleados. Una vez notificado, un centro de confianza (CC) emitirá los certificados y la autenticación multifactor, que podrá enviárselos directamente al taller o bien hacerlo a través del OEC.
Una vez completado el proceso, el empleado solamente necesitará un único certificado y autorización para poder acceder a la información de todas las marcas. De esta manera, se evita manejar un certificado para cada marca, además de lidiar con los distintos procesos de autorización de cada una de ellas.
Eso sí, tanto la aprobación de la empresa como la autorización del operario habrá que renovarlas cada cinco años, siempre que no se hayan revocado antes por un mal uso. También conviene recordar que SERMI afecta a la autorización para acceder a la información, no al proceso necesario para iniciar sesión en la web de la marca y obtener dicha información, que seguirá siendo el mismo —y habrá que seguir pagando por él—.
OPERACIONES INVOLUCRADAS
En cuanto el sistema SERMI se implanta en un país, se convierte en obligatorio para llevar a cabo operaciones tan habituales como la reprogramación de llaves o el cambio de cerraduras de puertas. También las intervenciones en todos los demás componentes —tanto software como hardware— vinculados a los sistemas de seguridad antirrobo.
Tanto es así, que desde la puesta en marcha del esquema no se podrán realizar operaciones, instalaciones de software o actualizaciones relacionados con esos sistemas si no se cuenta con los permisos correspondientes. En este caso, ni siquiera se podrán solicitar piezas relacionadas con los sistemas de seguridad. Incluso si solamente una parte de la unidad de control ECU del coche está vinculada a ellos, se bloqueará toda la centralita si se intenta intervenir sin los permisos necesarios.
Un ejemplo de software afectado por SERMI son los programas que evitan el robo del vehículo o que personas no autorizadas puedan conducirlo. En cuanto a las piezas que no se podrán comprar sin autorización, hablaríamos de componentes que evitan que el vehículo sea robado o remolcado, así como las que impiden a terceros dar al vehículo una nueva identidad.
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