Meyle lanza un filtro de habitáculo que protege frente al polvo fino y los NOx

En un contexto en el que está aumentando la concienciación sobre la salud y la contaminación ambiental también en el sector de la conducción de automóviles, muchos conductores y pasajeros buscan estar protegidos frente a gases y partículas peligrosas. Además, más allá de la polución, los gases de escape, el hollín, el ozono y el polen, desean protegerse también del polvo fino y de los óxidos de nitrógeno (NOx).

En este sentido, el filtro de habitáculo desempeña un papel esencial en el vehículo al evitar que la cabina del conductor se contamine y proporcionar un aire más limpio y fresco. El nuevo filtro de habitáculo Meyle-PD es la solución adecuada para ello. Los medios filtrantes están enriquecidos con carbón activo impregnado y ofrecen una alta absorción de NOx.

Además su eficiencia para separar el polvo fino es muy elevada. De ahí que sea especialmente adecuado para grandes ciudades, con tráfico abundante y gran contaminación por polvo fino, aparte de que con una pérdida de presión reducida garantiza un adecuado flujo de aire.

A diferencia de otros filtros de habitáculo convencionales, en el Meyle-PD los NOx filtrados se adhieren químicamente como sal en el material del filtro y no se liberan ni siquiera cuando se desecha. De esta forma, el filtro reduce los NOx del medioambiente de forma permanente y sostenible directamente desde la cabina del vehículo.

Meyle ofrece 38 nuevas referencias de este tipo de filtro, lo que refuerza su actual oferta de cerca de 400 filtros de habitáculo interior. Para que el producto tenga un rendimiento óptimo, el fabricante recomienda cambiarlo dos veces al año, preferiblemente con el cambio de neumáticos en primavera y otoño, ya que con el tiempo el polvo fino, el hollín, el polen o incluso los insectos se adhieren al filtro y va perdiendo funcionalidad.