Un embrague electrónico que cambia a punto muerto cuando el conductor no acelera o un amplificador de la fuerza de frenada que permite frenar antes. Estas son sólo dos de las numerosas innovaciones presentadas recientemente por Bosch a la prensa del motor en Alemania y que permiten esbozar el futuro de la conducción.

Ahorro de combustible y aumento de la eficiencia son los pilares sobre los que se sustentan novedades como el eClutch, el embrague electrónico que reduce el consumo el 5%; el iBooster, que reduce la distancia de frenada; o el Boost Recuperation System, un sistema híbrido básico dirigido al segmento medio.

A ellos se suman otros avances destinados a mejorar la asistencia a la conducción y que ya estarán disponibles en 2014, como la videocámara estéreo para realizar frenadas de emergencia automáticas, por ejemplo cuando se cruce un peatón, o el asistente para atascos que mantendrá el vehículo en su carril cuando haya tráfico lento.

A finales de la década se espera la llegada del piloto automático para autopistas, que nacerá de la combinación del control de crucero adaptativo y el citado asistente de mantenimiento de carril .

Los talleres especializados en electromecánica deben tener en cuenta todas estas innovaciones, que no tardarán en aparecer por sus instalaciones. Los dispositivos electrónicos cuentan cada vez con una mayor importancia en los vehículos.