Concesionarios y talleres deben reciclarse para adaptarse a la nueva movilidad
Deberán convertirse en un asesor tecnológico, capaz de orientar sobre las funciones que la digitalización aporta al coche, según Ganvam.
Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de Ganvam, ha advertido a los concesionarios, compraventas y talleres, en la apertura de la 1ª edición de su Convención de Motor, de la necesidad de encarar un "reciclaje absoluto" para adaptarse al nuevo escenario de la movilidad, en un momento en el que factores como la conectividad y el vehículo autónomo van a revolucionar el modo de utilizar el coche.
En este escenario, donde todas las formas de movilidad deben aprender a convivir armónicamente, las redes de distribución "seguirán necesariamente vendiendo y reparando lo que se fabrique, pero deberán reinventarse para captar y fidelizar a un conductor cada vez más independiente, menos cautivo y más digital".
En un contexto, el profesional no puede limitarse a vender, sino que deberá aportar valor añadido, hasta el punto de convertirse en un “asesor tecnológico” capaz de orientar a los compradores sobre las funciones que la digitalización aporta al coche.
Por esta razón, y dado que el automóvil está muy vivo aunque sus formas tradicionales de uso estén cambiando, Ganvam insta al sector de la distribución a "mirar al futuro como una oportunidad" y no como una amenaza, convencidos de que la movilidad es una cadena donde ningún eslabón (coche particular, transporte público, carsharing…) es excluyente.
Por otro lado, el presidente de la asociación de vendedores ha recordado la evolución que el sector automoción ha vivido a ojos de la Administración y en concreto, de la DGT. De esta forma, ha pasado de ser "un ente sospechoso" que debe estar bajo vigilancia permanente para reducir la siniestralidad "a reconocerse como un sector estratégico para la economía".
Según el presidente de Ganvam, “el sector de la automoción se encuentra en uno de los momentos más renovadores de su historia. Se está diciendo que en los próximos cinco años se producirán más cambios que los últimos 50, por lo que debemos adaptarnos a una transformación que ya es imparable, teniendo en cuenta que la atracción que ejerce sobre el individuo el coche particular es innegable”.
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