El futuro del taller de chapa, crecer en volumen o especializarse
Las empresas que intenten cubrir todos los servicios no lo tendrán fácil, según un estudio de ICDP.
Crecer en tamaño o buscar el nicho de mercado acorde a las posibilidades del taller. Estas parecen ser las dos únicas vías para que el negocio de reparación de chapa y pintura sea rentable en el futuro.
Esta idea ha sido defendida en Motortec Automechanika Madrid por Ricardo Conesa, director del Programa Superior de Empresas del Automóvil del IE Business School, a tenor de los resultados del estudio europeo sobre redes de distribución del automóvil de ICDP (International Car Distribution Program).
En este estudio, presentado a mediados de 2014, Conesa ha recordado que sólo los talleres que tengan la suficiente capacidad de invertir como para crecer en tamaño, y así acumular mayor volumen de trabajo, o los que encuentren su nicho de mercado, especializándose, son los que tienen el futuro más asegurado.
Conesa ha participado en las presentaciones previas a la mesa de debate sobre la rentabilidad del taller de carrocería, celebrada en el Showroom de la feria, en la que han intervenido Rubén Aparicio (Cesvimap), Miguel Angel Garcia (Hyundai), Ernesto Zapata (PPG-Certified First), Josep Ferro (CRC-Quadis y bloguero de InfoTallerTv) y Gabriel de la Casa (Opel).
El director del Programa Superior de Empresas del Automóvil del IE ha insistido en que el 'Smart repair' puede ayudar a muchos establecimientos a sobrevivir ya que este tipo de pequeñas reparaciones requieren menos costes y pueden atraer a un mayor público, principalmente, los asegurados con pólizas con franquicias, las que más se contratan en los últimos años, que verán reducida su factura en comparación con una reparación tradicional.
Antes de la mesa de debate, también ha intervenido Antonio Osuna, director de GT Motive Iberia, quien ha expuesto dos grandes ideas: el centro de todo el engranaje de la reparación es el cliente final y que los talleres deben entender la relación con las aseguradoras desde el punto de vista colaborativo, como un socio de su negocio.
Tanto talleres como compañías quieren que el cliente esté satisfecho, que regrese al taller. Según Osuna, el negocio reparador debe asumir los costes y el servicio, mientras que las aseguradoras son el socio que ayuda y lleva la carga de trabajo.
Ya en la mesa de debate, los participantes han defendido la importancia de la gestión para llegar a la rentabilidad. Gestionar los tiempos de estancia de los vehículos en los talleres o diversificar para atraer nuevos clientes, además de la formación, son algunas de las claves que han esgrimido para alcanzar esa rentabilidad.
Durante el debate, se ha puesto sobre la mesa cómo el negocio carrocero español es singular respecto al del resto de Europa donde los concesionarios apenas dedican recursos para sus propios talleres de chapa y pintura y, en muchos casos, subcontratan esos servicios con talleres independientes. Mientras, en nuestro país, acumulan alrededor del 30% del mercado.
La redimensión de los talleres de los servicios oficiales sufrida en los últimos años para adaptarse al nuevo número de matriculaciones (por debajo del millón de unidades) o la adaptación de los negocios a las exigencias de las aseguradoras han sido otros de los temas desarrollados.
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