Guía para aplicar masilla de relleno
Es la forma más habitual de reparar desperfectos en las carrocerías.
La masilla de relleno es uno de los productos más utilizados en los talleres de chapa y pintura. Tiene como objetivo igualar la superficie que se ha reparado por daños como arañazos o golpes.
Desde Norton, destacan que hay que tener cuidado a la hora de aplicarla, por lo que han enumerado los pasos que el profesional debe seguir. En primer lugar se debe eliminar la pintura restante tras la reparación. Se trata de una operación para la que es necesario utilizar un disco abrasivo.
Posteriormente hay que lijar la superficie y matizar la zona en la que se aplicará la masilla. En ambos casos, el objetivo es crear una superficie óptima para que el producto no se desprenda. También conviene limpiar la superficie para eliminar suciedad e impurezas.
Una de las partes más importantes del proceso es la de realizar la mezcla de la masilla con el catalizador (normalmente, entre el 2% y el 3%). Cuanto más homogénea sea la mezcla mejores resultados se obtendrán.
Para aplicarla sobre la carrocería, desde Norton recomiendan realizar desplazamientos lo más cortos posibles, desde una punta del parche al contrario siguiendo la misma dirección y ejerciendo presión para evitar bolsas de aire. Posteriormente, habrá que aplicar una segunda capa.
Una vez se ha secado, hay que lijar la masilla e igualar la superficie del parche con el resto de la carrocería. Se trata de un proceso en dos fases, una primera con una máquina rotorbital y una segunda manual.
Durante el acabado se aplicarán las imprimaciones y aparejos necesarios y se pintará la zona reparada.
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