La ITV, clave para lograr el objetivo de cero muertes en las carreteras
Guillermo Magaz, director gerente de Aeca-ITV, escribe un artículo con motivo, el domingo 21 de noviembre, del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico.
Este domingo 21 de noviembre se conmemora el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, una fecha con la que Naciones Unidas quiere poner el foco en la importancia de aunar esfuerzos para mejorar la seguridad vial y, con ello, reducir las cifras de siniestros fatales en las carreteras. Todo esto enmarcado en el ambicioso objetivo que se ha fijado el organismo internacional: prevenir al menos el 50% de las muertes y lesiones por accidentes de tráfico para el año 2030.
Nos quedan 8 años para que finalice el plazo y aún son muchos los aspectos por mejorar. Aunque hay diversos factores que entran en juego a la hora de aumentar la seguridad vial, hay uno en el que queremos insistir: el papel de las inspecciones técnicas de vehículos. Más aún en nuestro país, donde tenemos unas cifras de absentismo en la ITV que realmente preocupan, pues en la actualidad se calcula que cerca del 40% de los vehículos que circulan por las carreteras españolas lo hacen con la ITV caducada, es decir, 4 de cada 10, lo que quiere decir que se desconoce si ese porcentaje de vehículos cumple o no con los requisitos mínimos de seguridad para circular. Unos datos que representan más del doble del absentismo que se solía registrar en años anteriores, que ya se consideraba elevado en comparación con las cifras de otros países de Europa.
Por ello es clave recalcar que la ITV no es un simple trámite; es un procedimiento que se ha instaurado con el principal objetivo de salvar vidas, pues mejora la seguridad vial y protege el medio ambiente. Por un lado, las inspecciones técnicas periódicas detectan posibles fallos mecánicos en los vehículos que podrían aumentar el riesgo de sufrir accidentes en carretera, defectos que de otra manera no podríamos conocer. Además, también tienen un papel clave en la protección de la salud de todos los ciudadanos, al regular la calidad medioambiental controlando los niveles de emisión de partículas y gases nocivos.
870 personas han muerto en las carreteras españolas en lo que va de año, una cifra que ya, sin haber llegado a final de noviembre, supera en un 15% los datos de víctimas totales registradas en todo el año 2020 que, aunque fue un año atípico, debería servir de marco para iniciar ese camino hacia la reducción en un 50% de las víctimas de accidentes de tráfico. Sin embargo, si no tomamos medidas inmediatas no podremos alcanzar el objetivo para el 2030, ni siquiera para el 2040. El cambio tiene que empezar ya.
Es necesario cambiar nuestra percepción hacia la ITV, para entender que la labor preventiva que realizan las estaciones es fundamental para determinar si el vehículo está o no en condiciones óptimas para circular y, por tanto, gracias a ello se consigue reducir y evitar riesgos. Y es que entre las causas que motivan o agravan los siniestros en carretera están las debidas a fallos o defectos mecánicos en los vehículos implicados, de ahí la importancia de mantenerlos en buenas condiciones y asegurarnos que tienen la ITV en vigor. El estado de la inspección técnica de un vehículo guarda relación directa con su seguridad. Es un procedimiento sencillo que puede significar la diferencia entre sufrir o no un accidente en carretera, entre vivir o morir; porque es muy claro el mensaje: la ITV salva vidas.