Cómo funciona el acelerador electrónico
Luces y sombras de los nuevos sistemas de aceleración.
El mecanismo de un acelerador actual suele funcionar, bien por control electrónico o a través de un sistema ‘drive-by-wire’. Su puesta en marcha en los vehículos hará desaparecer otros componentes, aunque no todo son ventajas.
Desde el blog de Iberisa señalan que hay varios obstáculos en el camino para implementar este tipo de sistemas. En cuanto a las ventajas, los profesionales deben saber que dejarán de ver algunos elementos del motor. Por ello, cualquier vehículo que incorpore este tipo de acelerador contará con menos componentes mecánicos y por lo tanto una mayor ligereza.
Esto se traduce en una menor posibilidad de averías mecánicas debido al desgaste, corrosión o daño. Además, en una aceleración rápida, el cuerpo del acelerador electrónico suaviza el motor y la transmisión.
Sin embargo, en contraprestación los aceleradores electrónicos también son más complejos de mantener y, a menudo, requieren un reinicio del módulo de control del motor si se reemplazan.
También, pueden tener un comportamiento errático, como el ralentí anormalmente rápido o fallos al acelerar, lo que puede hacer que el módulo de control del motor ponga al automóvil en modo de giro y no supere los 40 kilómetros por hora.
Finalmente, puede estar equipado con potenciómetro o sensor de efecto Hall. En ambos casos puede acarrear problemas. En el primero, es un dispositivo que puede ser propenso a la corrosión, al desgaste o al polvo, pudiendo causar averías. En el segundo, el sensor de efecto Hall magnético es impermeable al desgaste, pero si fallara fallaría de golpe, en lugar del rendimiento errático que mostraría un potenciómetro.
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