Así afecta al taller la grave crisis de los microchips en el automóvil
En este video del canal YouTube de Grupo Serca, Juan Francisco Calero trata sobre la crisis de los semiconductores que está afectando a la industria de automoción y ofrece una serie de pautas para descubrir el camino que debería seguir la posventa.
La crisis de los microchips o semiconductores es un fenómeno a nivel global; es decir, no afecta exclusivamente al sector del automóvil, sino a la mayoría de bienes de consumo que utiliza este componente, como teléfonos, videoconsolas, etcétera. Un microchip es un elemento que puede programarse para hacer diferentes tareas, por lo que su demanda, con la pandemia que nos obligó a quedarnos en casa, creció muy fuerte para otro tipo de artículos, como ordenadores portátiles, televisores y tablets, y se minimizó en el sector del automóvil, ya que la mayoría de fábricas estaban paradas.
Ahora que la situación empieza a normalizarse, las plantas de microchips, la mayoría en Asia, no disponen de suficiente semiconductores, lo que se ha visto agravado por el alza del precio de las materias primas y de los fletes de transporte. Además, un microchip tarda en servirse entre dos y cuatro meses y están presentes en un sinfín de sistemas del automóvil, por lo que los fabricantes se han visto obligados, en unos casos, a parar su producción temporalmente; en otros, a retirar el microchip de coches ya fabricados para montarlos en otros modelos estratégicos, e incluso a condicionar sus ventas a equipamiento existentes.
Demanda de VO en alza
Todo ello está provocando que las marcas dejen de vender millones de coches en todo el mundo, demanda que se reconducirá hacia vehículos km 0 o de segunda mano, de manera que se prevé un enorme repunte del mercado del vehículo de ocasión hasta 2022.
Poca influencia tiene el asunto en los talleres de reparación, aunque se ha notado en la escasez de algunos suministros, pero lo interesante de esto es que nos enseña hacia dónde va la industria de automoción. La electrónica supone, hoy en día, entre el 25 y el 30% del valor de un coche, y este porcentaje subirá hasta el 50% en 2030. Dicho de otra manera, la tecnología del automóvil ha cambiado y la electrónica, las telecomunicaciones y el entretenimiento son la base del valor del vehículo, mientras que motor, prestaciones y comportamiento quedan en un segundo nivel para todas aquellas personas que optan a comprar un automóvil.
Esta es una magnífica pista que nos muestra el nuevo rumbo de la industria del automóvil, en el que sistemas multimedia y electrificación son cada vez más importantes. Explica Calero que si alguien tenía alguna duda de por dónde van a ir los tiros a la hora de reparar, aquí está la prueba palpable, y aconseja a los talleres que, mientras dure la crisis de los microchips, sigan reparando coches usados o de aquellas clientes que están esperando para comprar uno nuevo.