Quantcast
62.000 seguidores
43.000 suscripciones

Principales riesgos en la manipulación de un eléctrico y medidas preventivas

En un nuevo webinar de Motormeetings by Motortec, Ana Olona Solano, de Centro Zaragoza, explicó todas las medidas y procedimientos que los profesionales del taller deben poner en práctica para evitar incendios, explosiones, descargas eléctricas, emisión de gases tóxicos y contactos con sustancias corrosivas.

Marta Bellmont

09 de junio 2021 - 21:16

Ana Olona Solano, de Centro Zaragoza, durante el webinar
Ana Olona Solano, de Centro Zaragoza, durante el webinar / Redacción Infotaller

Ante el aumento de los vehículos eléctricos e híbridos en las carreteras, que comportan unos riesgos específicos por sus características diferenciadas de los sistemas tradicionales de propulsión, como son los sistemas y baterías de alto voltaje, se hacen necesarios en los profesionales una cualificación y conocimientos especiales para realizar una manipulación segura de los mismos.

En un nuevo webinar de Motormeetings by Motortec centrado en este asunto, Ana Olona Solano, del departamento de investigación de Centro Zaragoza, explicó que estos vehículos comportan tres tipos de riesgos, eléctricos, químicos y de explosión o incendio, todos ellos “igualmente importantes debido a la gravedad de sus consecuencias”.

La presencia de componentes y cables de alta tensión capaces de producir una sacudida o descarga eléctrica, y de componentes que pueden retener tensión incluso cuando el vehículo está apagado o descargado son los principales peligros asociados al factor eléctrico de un vehículo. Existe también la posibilidad de que los sistemas eléctricos del vehículo afecten a dispositivos médicos, como marcapasos, desfibriladores o bombas de insulina. Por todo ello, los componentes de alta tensión deben estar aislados de la carrocería.

Por su parte, las baterías li-ion pueden desencadenar un escape térmico. Este, según explicó Olona, puede producirse por diferentes motivos, entre ellos la deformación o el desplazamiento por una colisión o impacto, la perforación, la sobrecarga y sobredescarga y el sobrecalentamiento, y genera un cortocircuito interno que termina en fallo eléctrico.

Fuga y combustión de sustancias químicas

Entre los riesgos químicos, aludió a las fugas y combustiones en la batería y la exposición al agua y al aire de las sustancias químicas presentes en esta, que acaban por producir una contaminación química del ambiente y de los trabajadores, así como inhalaciones tóxicas o problemas dermatológicos de contacto.

En concreto explicó la experta de Centro Zaragoza que las baterías de alto voltaje contienen un electrolito de material inflamable y corrosivo que también podría reaccionar con el agua para producir gases nocivos. El componente del electrolito que más preocupa es el hexafluorofosfato de litio, cuya tasa aumenta con la temperatura y, al ser volátil, resulta muy peligroso si se inhala o entra en contacto con los ojos o la piel.

Y en cuanto a los riesgos de explosión o incendio, estos pueden tener su origen en un sobrecalentamiento de la batería de iones de litio como consecuencia de un cortocircuito tras una colisión. En el caso concreto de incendio, la batería es muy difícil de apagar y controlar el fuego requiere el triple de agua que los vehículos de combustión tradicional y dejarlo en cuarentena 48 horas para asegurarse de que no se vuelve a prender, sobre todo después de un accidente.

Lo más importante es enfriar la batería y así detener el incendio de las celdas que contiene. Las mantas ignífugas, los armarios de almacenamiento de baterías, las cajas de transporte para baterías deformadas o con riesgo de incendio, los contenedores de agua, las cajas de material termofusible o el agente F500, con propiedades humectantes, son algunas de las soluciones que ofreció Olona para enfriar las baterías rápidamente.

Medidas para prevenir los riesgos

Ante todos estos riesgos, se pueden tomar medidas de protección técnicas, como las de homologación que incluye el propio vehículo, o de tipo organizativo, como contar con un puesto de trabajo específico, un puesto de cuarentena para deformaciones especiales y carteles indicadores de peligro o de prevención de riesgos o esperar un tiempo apropiado para permitir la disipación del voltaje.

Asimismo, según la portavoz de Centro Zaragoza, hay medidas personales que puede adoptar el manipulador del vehículo para protegerse, como son las herramientas manuales aisladas y homologadas para alta tensión, multímetros de Cat. III mínimo, guantes dieléctricos, gafas contra impactos, calzado de seguridad y manta aislante, entre otros.

Procedimiento de manipulación segura

A la hora de trabajar con un vehículo eléctrico, hacerlo de forma segura exige, en primer lugar, cumplir unas normas de seguridad mínimas, que son:

  • Desconectar el circuito eléctrico para establecer un estado sin tensión.
  • Asegurar el sistema contra reconexión y prevenir cualquier posible realimentación.
  • Comprobar la ausencia de tensión.
  • Cubrir o bloquear el acceso a piezas cercanas sometidas a tensión y delimitar la zona de trabajo.

Y en segundo lugar, el proceso de desconexión de la tensión alta en estos vehículos se resume en los siguientes pasos:

  • Acordonar el vehículo mediante catenarias o vallas y señalizar su estado.
  • Retirar la llave de contacto y guardarla en un lugar seguro.
  • Quitar o bloquear el conector de mantenimiento.
  • Esperar al menos 5-10 minutos hasta que el sistema de alto voltaje esté completamente libre de tensión (condensadores de circuito intermediario).
  • Verificar la ausencia de tensión a través de mediciones según el fabricante.
  • Documentar la ausencia de tensión en la ficha de acompañamiento del vehículo.

Servicio certificado VE

Ana Olona comentó, al término del webinar, que Centro Zaragoza ofrece un servicio de certificación para el taller con el fin de dar fe de que este cumple ciertos requisitos para realizar un trabajo seguro de manipulación de vehículos eléctricos.

Recalcó que la formación personal de prevención de riesgos laborales, el equipamiento del taller, la formación técnica y un sistema de calidad son los aspectos que se valoran para esta certificación, que incluye una revisión periódica de los mismos.

stats