Coches eléctricos y conectados: oportunidades más que amenazas, pero a largo plazo
"Hoy por hoy, un taller que ve entrar un Renault Zoe se asusta", coincidieron expertos de KYB, Contitech, Sogefi y Tab Spain en la cuarta mesa redonda del Serca Digital Meeting. Y aunque no sea una prioridad a corto plazo estar preparado para repararlo, cuando llegue el momento será capaz de hacerlo.
Pocas conclusiones se pueden extraer de la cuarta mesa redonda celebrada en el marco del Serca Digital Meeting. Y en parte se debe a que el asunto del coche electrificado y conectado, más allá de los discursos de las marcas por anunciarlos como el futuro, no deja de ser un camino por recorrer en lo que al taller y a la posventa independiente se refiere. Lo único claro es que "Hoy por hoy, un taller que ve entrar un Renault Zoe se asusta", como dijo Marco Blanes, sales manager Spain & Portugal KYB, y en lo que coincidieron el resto de expertos. No se asustará en el futuro y será capaz de repararlo, adaptándose como a tantas otras tecnologías que se normalizan en el sector de la automoción. Pero hoy no deja de ser un recorrido lleno de interrogantes.
En efecto, en la mesa redonda bajo el título "la electrificación y el vehículo conectado, ¿una amenaza o una oportunidad?" se plantearon más incógnitas que certezas. Aunque Manel Real, head of Sales & Marketing Spain & Portugal Continental (Contitech) tratara de lanzar mensajes optimistas. También lo hicieron el resto, de expertos, como Ricard Albí, sales director South Europe en Sogefi Group y Raúl Pacho, key Account Manager en Tab Spain, moderados nuevamente por Joan Miquel Malagelada, presidente del Club de la Automoción de ESADE. Porque la palabra "oportunidad" se impuso al de "amenaza", que sí representan otros problemas para el sector.
Para Manel Real, "un taller medio hoy no está cualificado para reparar eléctricos, pero tampoco lo necesita porque la cuota de parque es muy reducida", por lo que tiene claro que "en el momento en que haya una demanda importante, habrá un servicio contundente para el eléctrico", gracias a la formación que puedan proporcionar partners como Serca a sus redes de talleres. En opinión de Marco Blanes "la capacidad de adaptación de este sector es tremenda y hay que tomar el coche eléctrico como una oportunidad. Quien lo vea como una amenaza se estará autoexpulsando". Y en la misma línea se manifestó Raúl Pacho, para quien "no es una prioridad a corto plazo para el taller".
Son varios los caminos que dificultan la llegada del eléctrico. Covid-19, menor poder adquisitivo, autonomía de las baterías o puntos de recarga. Y es que el eléctrico va a tres velocidades, como expuso Raúl Pacho: por un lado está la normativa que anticipa su llegada, por otro los fabricantes que se suman a esa ola, pero después está el camino real en el que hay mucho por mejorar en cuestiones como las baterías, autonomía o puntos de recarga.
¿Y el vehículo conectado?
El segundo eje del debate, el vehículo conectado, planteó un escenario mucho más a corto plazo para los talleres, con excepción de esos de niveles cuatro o cinco que deberían conducirse prácticamente de forma autónoma. Para Ricardo Albí "los coches autónomos llevan muchos sensores que también se estropean y hay que reparar", por lo que también supone una oportunidad. Y, aunque "el coche conectado implicará formación y profesionalización" en la que habrá que invertir, como dijo Rául Pacho, también "subirá el importe de las reparaciones" para compensar. "Los vehículos cada vez están más conectados, pero nuestro sector tendrá la capacidad para adaptarse. Es una oportunidad", insistió Manel Real.
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