En su décimo aniversario, la planta de polímeros de
Clarios, en Ibi (Alicante), ha hecho balance de todos los logros alcanzados y de los éxitos que espera vendrán. Inaugurada en marzo de 2011 con 50 empleados y cinco máquinas de inyección que producían piezas de plástico para las plantas españolas de baterías Clarios, hoy
cuenta con 80 empleados
"y estamos
en constante expansión"
, ha señalado el
director de la planta, José Ramón Cortina
, quien asegura que solo en los últimos tres años ha invertido más de
cinco millones de euros en la planta
, contribuyendo al crecimiento de toda la región.
La compañía destaca el
2020 como un año especialmente marcado por la modernización
, al ponerse en marcha una nueva máquina de inyección, nuevos moldes y dos nuevos silos para el reciclaje de material.
Apuesta por la sostenibilidad
Desde el principio, la empresa se centró en la sostenibilidad de su producción y sus productos. La planta
utiliza cada vez más polipropileno reciclado
como materia prima para sus productos, que se obtiene principalmente de baterías usadas recogidas como parte de una economía circular.
Además,
la gestión energética de la planta está certificada
según la norma ISO 50001
y su gestión medioambiental
según la ISO 14001. Gracias a varias iniciativas de
ahorro energético
se han podido
evitar emisiones del orden de más de 1.200 toneladas de CO2
equivalente.
Alta responsabilidad social
En cuanto a la
responsabilidad social
tanto de los empleados como de la sociedad, asegura Cortina que “es tan importante para nosotros como el medio ambiente". "Con nuestro
programa de mentores
apoyamos el
desarrollo de nuestros empleados e invertimos en talento
. Colaboramos estrechamente con universidades, centros de formación profesional y agencias de empleo".
Además, la empresa
apoya varias instituciones sociales y proyectos benéficos
en la región. Muchos empleados también participan en labores de voluntariado y pueden contar con el apoyo de la empresa. "Es simplemente divertido trabajar con mis compañeros por una causa significativa", dice Sonia López, que junto con otros colegas colabora anualmente como voluntaria en una asociación de discapacitados de la ciudad.
Y acerca de las
previsiones de futuro
, el vicepresidente de operaciones para Europa, Oriente Medio y África,
José Domingo, está convencido de que la demanda de baterías de plomo-ácido “seguirá creciendo
en las próximas décadas”.