Cerrados ocho talleres ilegales en la provincia de Zaragoza en el primer semestre del año

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Zaragoza ha localizado y cerrado 8 talleres de reparación ilegales durante el primer semestre del año, gracias a la labores de vigilancia y control de actividades contaminantes realizadas, informa Heraldo.es.

Estos 8 talleres clandestinos dedicados a la reparación y mantenimiento de vehículos, situados en distintos polígonos industriales y garajes de las localidades de La Puebla de Alfindén, Pinseque, La Cartuja Baja y barrios rurales de la capital, carecían de las autorizaciones correspondientes para el ejercicio de esta actividad y no realizaban la gestión adecuada de los residuos que producían.

Colaboración ciudadana

La localización del último taller ilegal se produjo el pasado 28 de junio. Gracias a la colaboración ciudadana, agentes del Seprona de Casetas acudieron a una nave del polígono industrial Plaza de Zaragoza, donde encontraron diferente maquinaria y herramienta propias de un taller mecánico, así como varios vehículos en reparación. Asimismo, hallaron baterías, filtros, aceites usados y otros residuos peligrosos generados por esta actividad, que se encontraban acumulados en contenedores y bidones.

Tras solicitar los agentes del Seprona la documentación y licencias necesarias para ejercer la actividad, el responsable de la instalación aseguró carecer de las mismas, por lo que tampoco pudo acreditar la correcta gestión de los residuos contaminantes.

Competencia desleal

El Seprona tramitó la correspondiente denuncia para su remisión a las autoridades competentes en materia de industria y medio ambiente del Gobierno de Aragón, así como al Ayuntamiento de Zaragoza, al carecer el establecimiento de licencia para el ejercicio de dicha actividad.

Los talleres clandestinos, recuerda la Guardia Civil, no respetan los derechos de los consumidores y suponen una competencia desleal para los establecimientos que cumplen con la normativa. Además, no garantizan el adecuado tratamiento de los residuos que generan ni la correcta manipulación del vehículo reparado, lo que supone un riesgo grave para el medio ambiente y la seguridad vial.