Un entrenador personal en la empresa: el caso de éxito de Inforserveis
No hace falta convencer a nadie acerca de los beneficios del deporte. Sin embargo, lo más complicado es convencerse a uno mismo para ir al gimnasio. Pero… ¿y si tengo un gimnasio en la oficina? A principios de 2021, Inforserveis adaptó un gimnasio en sus oficinas e incorporó a su equipo de trabajo a Toni Mesas, licenciado en Ciencias de la actividad física y el deporte por el INEFC de Barcelona.
"Pau (CEO de Inforserveis) me propuso colaborar en la empresa y montar un gimnasio adaptado para los trabajadores de la empresa. Fue una oferta que no pude rechazar, ya que me permitía seguir ejerciendo mi profesión pero de una manera algo diferente», apunta Toni.
¿Por qué un gimnasio en la empresa?
En una empresa donde la actividad principal es la programación informática, lo relevante es priorizar la corrección postural. Se intentan dar unas pautas ergonómicas saludables y seguras, así como la idea de romper con el sedentarismo, vinculado cada vez más con el incremento de lesiones y enfermedades.
Pero cada persona es un mundo. ¿Qué hay de los trabajadores que ya realizan algún tipo de actividad física a menudo?
Al comenzar a entrenar se realiza un cuestionario sobre los objetivos, qué preparación física tienen, si existen patologías previas o lesiones… También se realiza una valoración de su peso y constitución inicial.
Es decir que son entrenamientos personalizados.
Por supuesto. Cada miembro del equipo de Inforserveis tiene capacidad de decisión sobre qué aspectos físicos -y emocionales- quiere trabajar: decide si viene puramente a tonificar y ejercitar el cuerpo, o más bien a desconectar y pasar un buen rato mientras practica deporte. Se hace hincapié en la postura y la correcta ejecución técnica, y se intenta mejorar la tonificación muscular, puesto que ayuda al equilibrio corporal y previene el desgaste articular.
¿Y eso debe ser responsabilidad de la empresa?
Es una herramienta de trabajo muy efectiva ya que mejora la salud y el bienestar laboral y, en última instancia, el rendimiento laboral. Cuando una persona entrena, al mismo tiempo que mejora su capacidad física, también está entrenando su mente. En cada sesión hay diversión, risas y se rompen las rutinas de trabajo. También, por qué no, se desconecta de las labores diarias. Para mí lo más importante es montar circuitos y sesiones en las que todo el mundo se lo pase bien, desconecte y que, sobre todo, se haga equipo y empresa. Al fin y al cabo, ayudando al trabajador en esta mejora de su salud, paralelamente el empresario obtiene trabajadores más motivados, alegres y con una mayor implicación en su labor.
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