Por qué no utilizar pinzas de freno repintadas
Brembo afirma que si no se conoce el pasado de la pinza, no se puede estar seguro de que garantice la frenada.
¿Es seguro comprar pinzas de segunda mano repintadas? ¿Cualquier color es válido para pintar estas piezas? Brembo explica por qué no es aconsejable utilizar pinzas de freno repintadas y por qué cualquiera no debe darlas color en su casa.
La enseña, que diseña y fabrica pinzas pintadas para coche, tanto para equipo original como para aftermarket, en más de 40 tonalidades diferentes, apunta que no todos los colores son aptos dado que algunos pigmentos ofrecen una menor resistencia a la luz, las temperaturas elevadas y otros agentes atmosféricos.
Por ello, la enseña quiere recordar que algunas pinzas que adquieren los consumidores “de colores y decoraciones extravagantes” que “hasta llevan la marca Brembo, no son de esta marca”.
En ocasiones, afirma Brembo, hay personas que utilizan pinzas de segunda mano y las pintan de nuevo. El fabricante asegura que es “una decisión poco acertada ya que si no se conoce el pasado de la pinza no se puede estar seguros de que garantice la frenada”.
Además, la empresa apunta que las pinzas de recambio “son desarrolladas ad hoc para cada modelo y nunca se deben montar en un coche diferente de aquel para el cual han sido diseñadas, ya que se corre el riesgo de tener una pinza que, aun siendo nueva y repintada, no sea apropiada para el coche en que se monta”.
Brembo explica que escoge las pinzas que garantizan la máxima eficacia en función del peso, la potencia y las características mecánicas del automóvil. “Una pinza inapropiada puede que no frene bien en determinadas condiciones, que silbe en otras y que dure menos”, indica.
Asimismo, comprar una pinza repintada o pintarla el propio conductor puede llevar a que la pieza se decolore o desconche. Para que esto no ocurra Brembo aplica la imprimación epoxi, del esmalte poliuretánico y del transparente acrílico.
Para pintarlas, es necesaria una instalación especial constituida por un túnel de pretratamiento con rociado en tres fases y ciclo homologado, cabinas de pintura y un horno de cocción, subraya la enseña.
A continuación, las pinzas pasan a la fase de aplicación del color, efectuada manualmente por operadores formados para este tipo de operaciones, y luego van a hornos especiales de secado. Al final, se aplica un barniz transparente.
La firma añade que el control de calidad asegura que los materiales utilizados no repercutan de forma negativa en las prestaciones del sistema de frenos. “En cambio, una pintura hecha en casa puede conllevar grandes riesgos al conducir”.
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