Cómo influye el diseño del motor en el consumo de aceite
Algunos detalles técnicos explican por qué el lubricante se 'esfuma' y por qué puede aumentar su consumo.
Hace poco publicábamos en InfoTallerTv, cómo influye el estilo de conducción y el diseño de los motores para el consumo de aceite, algo que explicaba Total en su blog.
Ahora, os ofrecemos cómo el fabricante de lubricantes explica en otro artículo algunos detalles técnicos más específicos que inciden sobre la importancia de la configuración del propulsor en esta circunstancia.
Tal como explica Total, el aceite entra en la cámara de combustión por tres causas principales: la válvula de entrada de aire, la válvula de salida de los gases de escape y el propio movimiento del pistón.
Respecto a la válvula de entrada, ésta está lubricada para facilitar su apertura y cierre, al igual que lo está la de salida de los gases de escape. La propia gravedad hace que el aceite baje hacia la cámara de combustión, donde se consume, ya que la válvula de entrada está en la parte alta del motor. Si además el aire es empujado por la presión que ejerce el turbo, dicho consumo aumenta.
"En este punto, algunas circunstancias como el uso de un aceite muy fluido o la degradación de juntas y retenes pueden hacer que ese consumo sea mayor", señalan desde Total.
El aceite que lubrica la válvula de salida puede quemarse o convertirse en gas debido a las altas temperaturas que tienen los gases de escape, ya que en el interior de la cámara se superan los 1.000ºC. Aquí, recuerda el fabricante de lubricantes, "un aceite sintético resiste mejor las temperaturas, por lo que su degradación o evaporación es menor que el de uno mineral, por lo que el consumo de aceite de motor también disminuye".
Por último, el movimiento del pistón dentro de la camisa lleva al aceite que lubrica esta zona hacia la cámara de combustión. Como se mueve hacia arriba, el lubricante sube y queda alojado en las gargantas, pasando encima del segmento en el movimiento de bajada. "Así es como 'repta' el lubricante hacia la cámara de combustión", describe el artículo.
En este proceso, el consumo depende de la superficie del cilindro: si tiene estrías que retengan el aceite, aumentará el ahorro de aceite lubricante, pero si esas estrías desaparecen por desgaste, lo que subirá será su consumo. "También hay que tener en cuenta que una SAE menor facilitará que el aceite se mueva por esta zona, por lo que entrará mayor cantidad de combustible y se elevará el consumo", apuntan desde el Total.
Los tres procesos descritos producen que se dé un consumo continuado de aceite en el coche. "Normalmente, ese consumo es de un litro cada 10.000 km, lo que equivale, más o menos, al volumen que hay entre el máximo y el mínimo de la varilla de aceite, que son las marcas que te indican si el nivel de aceite del coche está alto o está bajo", advierte el fabricante.
El nivel de consumo habitual en un vehículo, señala el artículo, es el que hace que el conductor tenga que rellenar el nivel de aceite entre visitas al taller. "Esto se debe a que las recomendaciones de cambio de aceite de 20.000 km en servicios severos y de 30.000 km en los normales exceden dicho consumo", afirma el artículo.
Por eso, en el primer caso el automovilista tendrá que rellenar "como mínimo un litro de lubricante y en el segundo, dos litros", por eso recuerda que "es necesario llevar en el coche una lata de aceite para rellenar con las mismas características que el que se haya puesto en el taller".
El artículo también explica que hay varias razones por las que el consumo de lubricante de un vehículo puede aumentar en un momento dado.
El exceso de aceite en el cárter es una de ellas, "ya que si se supera el nivel máximo es posible que una mayor cantidad de aceite bañe la camisa, por lo que el movimiento del pistón introducirá más lubricante en la cámara de combustión y, por tanto, el consumo subirá. Esta es básicamente la razón por la que el fabricante indica un máximo en la varilla que indica si el nivel de aceite del coche es alto".
Por su parte, diluciones en el aceite por combustible provocan una bajada de la viscosidad, que hará que pueda llegar más aceite a las válvulas o a los pistones. El aceite se mueve con más facilidad, lo que permite a la bomba enviar más cantidad a la misma presión y aumenta el consumo. "Además, la película que se forma es más débil, lo que puede provocar desgastes y una degradación del lubricante rápida", apunta el post.
Además, señalan desde Total, "los vehículos tienden a consumir más lubricante a medida que cumplen años. El desgaste de las piezas provoca que ese consumo aumente". No es algo que el conductor pueda notar de repente, ya que no se da de golpe, "sin embargo, las holguras van aumentando con el tiempo, por lo que pasará más aceite a la cámara de combustión".
De este modo, recuerda el post, "cambiar la viscosidad del aceite de un 10W-40 a un 5W-30 o un 5W-20, por ejemplo, daría como resultado un aumento del consumo en un vehículo viejo, ya que esos lubricantes son más fluidos. Como la recomendación del fabricante se basa en el diseño del motor, el cambio hacia aceites más evolucionados puede ser un problema".
Mientras, aseguran desde Total, "usar un aceite de baja calidad puede producir un mayor desgaste de las piezas, con el consabido aumento de las holguras y una mayor desaparición del lubricante".
El artículo también recuerda que el pulido de camisas, es decir, la desaparición de las estrías de las paredes de los cilindros por desgaste, "baja la retención del aceite en esta zona, por lo que el lubricante pasará con mayor facilidad hacia la cámara de combustión y aumentará su consumo. Lo mismo pasa con las juntas y los retenes de válvulas que, degradados, también pueden incrementarlo al haber menos resistencia para que el aceite baje".
"Si el aceite está sucio porque los filtros de aire están en mal estado o se encuentran carbonillas en niveles altos, también provocará desgastes perjudiciales a la hora de retener el lubricante", continúa el artículo.
Algunas actuaciones pueden ayudar a que el consumo de lubricante disminuya. Por ejemplo, señalan desde Total, "las reparaciones en la zona de la cámara de combustión, actuando sobre segmentos, juntas o camisas, puede dar lugar a esta disminución".
También podría ser interesante pasar de una SAE a otra, es decir, buscar un aceite más viscoso que roce más con las paredes y le cueste más pasar por las holguras, por lo que su consumo bajaría. "Una mala combustión también puede disminuir temporalmente dicho consumo, sin embargo, la formación de carbonillas y el espesamiento del aceite que provoca acabarán originando desgastes y convirtiendo en un espejismo ese pretendido ahorro de aceite lubricante", advierte el artículo.
Por último, el post recuerda que no es lo mismo que un vehículo consuma lubricante que el hecho de que lo pierda. "En coches de cierta edad, es un hecho que suelen existir fugas o pérdidas del aceite con causas muy diversas: a través del tapón del cárter, las conducciones, las juntas de la bomba o los retenes, entre otros puntos, que hacen que se pueda ver una gota de aceite cuando el vehículo está parado, mientras que la cantidad que se pierde en marcha es menor".
Mientras, aseguran desde Total, en ocasiones la fuga no se aprecia porque va hacia el interior del motor. "Retenes de las guías de válvulas o del turbo que se hayan degradado y dejen pasar aceite hacia delante pueden dar lugar a fugas que se consideran consumo al no detectarse externamente. Sin embargo, no se corresponden con lo que el fabricante considera consumo, que es el aceite que se quema en la cámara de combustión por el diseño del motor".
Para concluir, Total recuerda que utilizar el aceite más adecuado al diseño del motor del coche puede ayudar a controlar su consumo. "Por eso es tan importante elegir productos de calidad que se ajusten como un guante al vehículo".
Si quieres consultar más contenidos sobre la lubricación de los vehículos, encontrarás más información en el blog de Total.
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