Tras unos años en los que casi habían quedado olvidados los motores de gasolina, estos han vuelto a resurgir, teniendo en cuenta que hasta hace poco siete de cada diez vehículos que entraban en los talleres eran diésel.
Debido a la demonización, seguramente merecida, de la que han sido protagonistas estos últimos propulsores, los profesionales de los centros de reparación se han visto obligados a rescatar del cajón las prácticas y conocimientos propios de los dispositivos de gasolina para volver a trabajar sobre sus sistemas de inyección y encendido.
De esta forma, es útil recordar, por ejemplo, cómo comprobar los cables de bujías, tal y como se explica en el vídeo que se muestra a continuación.