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Mantenimiento de las cajas de cambio de doble embrague

Nacidas en los años 40 del siglo XX, su producción en serie no arrancó hasta 2003 con el Volkswagen Golf.

Redacción

13 de abril 2016 - 17:18

Mantenimiento de las cajas de cambio de doble embrague
Mantenimiento de las cajas de cambio de doble embrague / Redacción Infotaller

Las cajas de cambio DCT (Dual Clutch Transmission) o de doble embrague parecen un invento nuevo pero llevan funcionando en los vehículos desde los años 40 del siglo XX. Tras casi medio siglo en el que la idea no convenció lo suficiente, Porsche la rescató para su coche de carreras 962C.

Sin embargo, hubo que esperar casi otros 20 años hasta que Volkswagen comenzó la producción en serie de esta tipo de cajas en 2003 con el Golf y que poco a poco se iría extendiendo entre las demás marcas.

Estas cajas de cambio manual con automatización, conocidas como DSG (Direct Shift Gearbox) en el grupo Volkswagen o EDC (Efficient Dual Clutch) en el caso de Renault, son lo más parecido a disponer de dos cajas manuales con los engranajes sincronizados. Una de ellas controlaría las marchas pares y la otra, las impares, cada una con su embrague independiente.

El paso de una marcha a otra, como recuerda Total en su blog, “se produciría a través de estos embragues suavemente, sin golpes, y muy rápidamente a través de un control electrohidráulico con un sistema electrónico que permite preseleccionar la siguiente marcha. Por eso son cajas manuales, pero automatizadas”.

El fabricante de lubricantes señala que estas cajas son mejores que las manuales convencionales ya que “consumen menos energía y ofrecen las ventajas de un cambio secuencial automático. En concreto, el ahorro de combustible sería del 15%, con la consiguiente disminución de las emisiones”.

En este artículo dedicado a las cajas de cambios de doble embrague DCT, Total apunta que existen dos tipos principales: las de embragues secos y las de embragues húmedos. Las primeras cuentan con un llenado de aceite de por vida, con una capacidad de dos litros, y sus embragues no son lubricados.

Las segundas, sin embargo, cuentan con un volumen de aceite de unos 7 litros y requieren cambios de lubricante cada 40.000-80.000 km, según las especificaciones del fabricante. En estas últimas, los embragues, que se mueven hidráulicamente, necesitan lubricación.

Como las cajas de cambios DCT de embrague húmedo transmiten los pares más altos, con unos 700 Newton metro (Nm), son las más utilizadas en todo tipo de coches. Una de las principales razones de su mejor rendimiento reside en la mejor refrigeración de los embragues húmedos, de la que se encarga el propio aceite, en comparación con la de los embragues secos, que depende del aire que rodea la caja.

Además, las DCT secas llevan el aceite de una caja manual, que lubrica los engranajes, rodamientos, sincronizadores y los elementos internos. Actualmente se suele emplear un lubricante 75W MT para favorecer el ahorro de combustible y proteger adecuadamente los sincronizadores.

Sin embargo, el aceite en las DCT húmedas, además de lubricar la propia caja, debe actuar como refrigerante de los embragues y facilitar su trabajo al estar en contacto con ellos. Por eso no se puede utilizar el mismo lubricante que se usa para una caja manual.

Todo esto deja claro que las cajas húmedas son más complejas que las secas, por lo que requieren cuidados específicos. Así, Total recuerda que "es necesario que el aceite que llevan lubrique los embragues y engranajes, los rodamientos y sincronizadores, además de actuar como hidráulico en la zona de embragues y engranajes, evitar el desgaste y la corrosión, así como actuar como refrigerante de la zona".

Ante estas demandas, se han formulado lubricantes con características específicas para cajas DCT. "En concreto, deben ser productos especialmente cuidadosos con la zona de embragues y el sistema mecanotrónico, que también va bañado por el aceite", señalan desde Total.

En esta zona, un excesivo sobrecalentamiento puede dar problemas en los solenoides, los canales hidráulicos y las placas de los circuitos electrónicos. Además, si existe corrosión aquí se pueden producir fallos en la caja. Esta área también es especialmente sensible a la temperatura, que puede afectar al sistema de regulación. "Por eso, el aceite debe mantenerla a raya, es decir, a menos de 140ºC".

Como consecuencia, los lubricantes que se utilicen en las cajas de cambios DCT de embragues húmedos deben tener una estabilidad térmica y una resistencia a la oxidación (bases de síntesis) elevadas. También deben tener una alta capacidad para limpiar los residuos y aguantar las altas cargas de los engranajes, además de asegurar la regulación de los embragues y la gestión hidráulica con su viscosidad.

Por todo ello, Total insiste en que no se pueden utilizar lubricantes de cajas de cambios manuales para las DCT húmedas, y "tampoco sirven los típicos para cajas de cambios automáticas, como los ATF o los Dexron. Para las cajas DCT húmedas es necesario emplear un aceite que reúna propiedades de todos ellos, lo que se traduce en un nuevo tipo de lubricante que depende fundamentalmente de las características del diseño de estas cajas especiales".

Si quieres consultar más contenidos sobre la lubricación de los vehículos, encontrarás más información en el blog de Total.

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