El taller de V.I. pisa firme
Los vehículos industriales han vuelto a rodar y, con ellos, también su posventa. El desplome sufrido por este segmento durante la etapa más difícil de la crisis económica afectó directamente a sus talleres, que registraron caídas de facturación muy acusadas. En los últimos años, impulsada por el aumento de las matriculaciones, la recuperación parece haberse consolidado.
Los años de crisis económica han pasado factura a las empresas de todos los sectores económicos, y el de la posventa no es una excepción. No obstante, dentro de ella, es el segmento de vehículo industrial el que sin duda ha sufrido las mayores consecuencias.
El parón de la actividad económica en su conjunto, y con ella la reducción del transporte de mercancías, tuvo su repercusión directa en el uso de los camiones y, con ello, en el paso de los mismos por los talleres. Muchos negocios de reparación de vehículo industrial, que por su propia actividad se ven obligados a contar con instalaciones más grandes y equipos más costosos que los de otras especialidades, vieron entonces peligrar su viabilidad.
Al tratarse de un negocio tan ligado a la marcha de la economía, la crisis afectó antes a la posventa de vehículo industrial que a la de turismo, y muchas de sus empresas sufrieron una caída acumulada de su facturación de hasta el 40% durante los ejercicios más duros.
Sin embargo, la buena noticia es que, al producirse antes y de forma más acusada el desplome, también se inició antes la recuperación. Así, frente a las reparaciones de turismo, que volvieron a la senda positiva en 2016, las de V.I. iniciaron la mejora ya en 2014. Pero fue ya en 2016 cuando el taller de V.I. registró su mejor evolución de los últimos seis años, consiguiendo aumentar el 8% las reparaciones, tal como indica un informe reciente de Audatex.
MÁS MATRICULACIONESSegún las previsiones, esta tendencia positiva de las reparaciones de vehículos pesados se mantendrá en el tiempo, ya que se estiman crecimientos superiores al 5% en este indicador de aquí a 2020. Esta tendencia se explica en buena parte por la entrada de savia nueva al parque de V.I. Así, las matriculaciones de vehículos industriales (V.I. ligeros, medios y pesados, autobuses y autocares) en España, desplomadas hasta 2013, comenzaron a crecer de forma espectacular a partir de 2014 (+23%) y 2015 (+38%) y continuaron su evolución positiva en 2016, aunque ya mucho más moderada (+12%).
La llegada de nuevos vehículos al parque ha modificado la composición del mismo por franjas de antigüedad. Así, desde 2014, el porcentaje de camiones de hasta cinco años ha pasado de representar el 15 al 20% del total. Además, esta cifra seguirá subiendo, ya que a medio plazo tres de cada diez vehículos pesados en España no llegarán a los cinco años de antigüedad.
PARQUE BIPOLARCrece el número de camiones nuevos, pero también el de los más viejos. Concretamente, uno de cada cuatro vehículos industriales que circulan por las carreteras españolas tiene más de 15 años, pero este porcentaje subirá hasta el 34% en 2020. Al igual que sucede con el parque de turismos, la bipolaridad está presente también en el de V.I.
Al contrario de lo que algunos piensan, estos camiones más antiguos son los menos interesantes para los talleres, ya que los que superan los 15 años de antigüedad recorren menos de 20.000 kilómetros anuales, seis veces menos que uno de hasta cinco años (en torno a 120.000 kilómetros). Al estar más tiempo parados, visitan menos el taller. De hecho, apenas representan el 7% de todas las reparaciones de V.I. que se realizan en España.
En cambio, los más jóvenes, siendo incluso menos numerosos, acaparan el 40% de las operaciones. En el caso de los ingresos para el taller, la fotografía se repite: casi la mitad de la facturación de los reparadores procede de los vehículos más jóvenes y apenas el 8% de los más viejos.
En un punto medio se encuentran los camiones de entre seis y diez años, que actualmente representan algo menos del 25% del parque, pero que está previsto que se queden en apenas el 14% del total. Este grupo sí resulta atractivo para el taller: supone aproximadamente una de cada tres reparaciones de V.I. y recorre de media unos 60.000 kilómetros anuales.
NUEVOS DESAFÍOSDesde luego, las previsiones que he comentado anteriormente son una gran noticia para los reparadores de vehículo industrial e invitan a ser optimistas para los próximos años. Pero (siempre hay un “pero”) el futuro de los profesionales de esta especialidad estará también repleto de desafíos.
Las innovaciones tecnológicas, cada vez más presentes en los nuevos vehículos, exigirán una adaptación por parte de los reparadores de todas las especialidades. En el caso del V.I., los camiones que rodarán por nuestras carreteras serán cada vez más seguros y complejos tecnológicamente, y en el horizonte se vislumbran incluso los vehículos industriales conectados y autónomos, por lo que los talleres deberán prepararse para repararlos con garantías.