Los vehículos a gas, oportunidad de negocio para el taller
Adaptar los motores a la propulsión por gas y repararlos, dos bazas para aportar valor añadido.
Cuando se habla de vehículos no contaminantes y de la descarbonización del transporte, las propuestas y previsiones suelen centrarse en la propulsión eléctrica. Y cuando se piensa en cuál será el coche del futuro que los talleres tendrán que reparar, suele hablarse de baterías, mucho más que de sistemas de propulsión por gas, pese a que esta tecnología está cada vez más presente en los vehículos, tanto directamente de fábrica como añadida posteriormente en talleres especializados.
Según datos de Seat, un vehículo alimentado con gas natural reduce en torno al 25% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) respecto a un modelo de gasolina, y hasta un 75% las de óxido de nitrógeno (NOx) en comparación con una variante diésel. Por su parte, las de partículas y el dióxido de azufre (SO2) son casi nulas.
En cuanto a consumo, según un estudio realizado por The European Consumers Organization y que se basa en el uso de un vehículo compacto durante once años recorriendo 12.900 km por año, el motor de GLP resulta en torno al 7% más económico que un sistema eléctrico puro; el 11% más que un diésel; el 18% más que un gasolina y el 22% más que un híbrido no enchufable.
En los próximos años, es previsible que los talleres comiencen a encontrarse cada vez con más coches propulsados con gas, por lo que deben formarse y equiparse para poder repararlos adecuadamente. Entre otras acciones que conlleva el mantenimiento de estos sistemas está la sustitución de materiales de desgaste como los filtros, la realización de controles de funcionamiento del motor, y la diagnosis y sustitución de los inyectores.
Por otra parte, otra importante oportunidad de negocio es la adaptación de vehículos convencionales a estos sistemas, una actividad que realizan cada vez más talleres en España.
Novedades destacadas
También te puede interesar