Los talleres aragoneses recuperan niveles de actividad prepandemia
Las medidas de desescalada llegan en los meses de verano, que son los de mayor movimiento de vehículos. La recuperación de la actividad viene acompañada de una facturación al alza, ya que la actividad ha estado muy sometida a las restricciones de movilidad.
El final de estado de alarma, la desescalada y la vacunación masiva están devolviendo a los talleres aragoneses a los niveles de actividad previos al coronavirus; es decir, a los de 2019, informa el Periódico de Aragón.
Tal y como asegura el presidente de la Asociación de Talleres de la Provincia de Huesca (Atrva), Carlos Lanuza, “lo que es el taller, desde que se levantaron los confinamientos, el nivel de trabajo está ya a niveles de un año normal”. Además, el desconfinamiento ha llegado en buen momento, pues “es la época de mayor movimiento de vehículos y se está notando, y en el taller se ha vuelto a la normalidad”. Añade Lanuza que “veníamos de una parte importante del año en que no podíamos movernos, y ahora se junta la desescalada. La gente viene a comprobar los vehículos porque han estado parados y en vísperas de salir no quieren problemas”.
Picos irregulares
La presidenta de la Asociación de Talleres de Reparación de Vehículos de Zaragoza (Atarvez), Cristina Durán, reconoce que por el momento la actividad se está moviendo con “picos de trabajo irregulares”, pero la eliminación de las restricciones de movilidad “se ha notado mucho” en el sector mecánico zaragozano.
Durán explica que, en estos momentos, “estamos bien, el sector ya está en ascenso y con esperanzas en el verano. Pero somos una de esas actividades que se ha visto arrastrada por todas las restricciones que se han impuesto por la situación”.
Las provincias de Zaragoza y Huesca suman 900 talleres, según datos de las asociaciones provinciales, de lo que 600 corresponden a la primera y 300 a la segunda. Para ellos, los meses de junio y julio son fundamentales, porque significa el pistoletazo de salida a las vacaciones de verano, operación que todos los años obliga a comprobar el estado de los vehículos. En este sentido, Durán afirma que “a los particulares sí que se les ve que llevan la idea de salir y están preparándose” y Lanuza apunta que lo habitual en estos meses son las revisiones de mantenimiento, “ahora, en vísperas de iniciar viajes, lo más habitual es todo lo que son revisiones de mantenimiento, las baterías, el aire acondicionado y las ruedas. Son las operaciones más demandas”.
La recuperación de la actividad viene acompañada de una facturación al alza, ya que la actividad ha estado muy sometida a las restricciones de movilidad, por lo que Durán vaticina que la situación seguirá mejorando.
Con la entrada en vigor de las últimas modificaciones en las inspecciones técnicas de vehículos (ITV), como que el encendido de la luz del ABS se considere falta grave, los talleres de la provincia de Huesca han notado un “pequeño endurecimiento de las inspecciones”, sobre todo, “cuando los vehículos hacen trayectos cortos, porque siempre suelen presentar más dificultades que los que hacen trayectos largos”, explica Lanuza.
En Zaragoza, señala Durán, la ITV les afecta «después de pasar la inspección, que es cuando vuelven al taller para arreglar los desperfectos. Nos viene bien, porque hace que se controle más la seguridad vial”.
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