¿Por qué supone un alto coste para el taller un coche de sustitución?
Este servicio representa el 4,6% de la facturación sobre la mano de obra del negocio.
Cada vez es más habitual que los talleres ofrezcan a sus clientes la posibilidad de utilizar un coche de sustitución para facilitar su movilidad mientras se está reparando su vehículo. Sin embargo, pese a que este servicio son puntos para fidelizar al cliente, suele ocasionar un alto coste para el establecimiento, que, de forma directa o indirecta, acaba repercutiendo en el cliente.
De acuerdo con un estudio realizado por la consultora de automoción Solera, del que se hace eco El Economista, este servicio supone el 4,6% de la facturación sobre la mano de obra del negocio. Dicha cantidad, según el informe, es muy elevada, ya que tal servicio solo se facilita al 5% de los clientes cuyo coche necesita una reparación mecánica y al 20% de los que precisan una operación de carrocería.
Por este motivo, los negocios suelen facilitar el coche de sustitución a los clientes más fieles o cuando la reparación implica varios días porque ofertarlo de manera generalizada elevaría el coste más del 15% del coste de la mano de obra.
Para poder cubrir este gasto extra, los talleres se empiezan a plantear la posibilidad de cobrar este servicio como un gasto añadido a los usuarios. Sin embargo, esta opción choca con el hecho de que sea una fórmula de fidelización, tanto con clientes como con las aseguradoras que contratan sus servicios. No obstante en muchos casos, aunque el taller anuncie el cobro del servicio, se ofrece gratis a determinados clientes.
Por otro lado, los establecimiento han pasado de ser los propietarios de estos coches a escoger el renting como fórmula para tener un vehículo que cubra estas necesidades sin tener que hacerse cargo de seguros, reparaciones, impuestos, etc.
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