Cómo gestionar adecuadamente los residuos en los talleres
Las obligaciones legales recaen tanto en el empresario como en el trabajador.
Según la reglamentación actual, los talleres de automoción se consideran productores de residuos, con el añadido de que algunos de ellos se califican como tóxicos y/o peligrosos. Loctite explica en su blog las claves para gestionarlos adecuadamente.
Dentro de los centros productores de residuos, la legislación diferencia entre grandes y pequeños productores, entre los que se encuentran generalmente los talleres de automoción. Y en cuanto a los residuos que generan, pueden ser sólidos o ambientales.
El artículo señala que “las obligaciones legales de la correcta gestión del residuo en el taller recaen sobre el empresario y el trabajador. El empresario es en última instancia el responsable directo de las infracciones que se puedan derivar de la actividad emisora, aunque es el trabajador quien debe poner el máximo empeño en esta tarea, puesto que es la persona que manipula en el día a día el residuo producido”.
Dentro del ordenamiento que afecta a la gestión de residuos, las normas más significativas son:
- Disponer de la autorización correspondiente de la autoridad competente en materia de medio ambiente.
- Almacenar los residuos en el exterior del local y, si no fuera posible, en una zona apartada del recinto que no interfiera en las zonas de trabajo, de paso y de espera de los clientes. La zona de almacenamiento debe estar techada, bien ventilada, con el suelo pavimentado y ha de disponer de cubetas de retención de líquidos.
- Separar los residuos según su tipología en contenedores y bidones homologados, de forma que no sean sensibles al contaminante que alojan en su interior y dispongan de cierre hermético (únicamente cuando sea requerido por la toxicidad y/o peligrosidad del contaminante).
- Etiquetar y nombrar cada contenedor de almacenaje del residuo. El etiquetaje es suministrado por la empresa de recogida y gestión y debe contener la información requerida por la normativa.
- No realizar vertidos en el alcantarillado público ni desechar el residuo en contenedores o lugares no habilitados para almacenar residuos industriales.
- En caso de disponer de cabina de pintado, se requiere disponer de un libro de emisiones por cada foco emisor (uno para el generado por el quemador de gasoil y otro para regular los vapores de pintura filtrados por la propia cabina).
- Para llevar un control general del residuo, se utilizan libros de registro que resumen su origen y características (ya sea sólido o acústico). En el caso de los neumáticos usados, debe indicarse el número exacto de los entregados a la gestora.
- Gestionar el residuo a través de una empresa autorizada por la administración. Para acreditar la adecuada gestión por parte del taller, la empresa gestora entrega un documento justificativo que refleja el control, seguimiento y retirada del residuo.
- Realizar mediciones del foco emisor con el objetivo de verificar que está dentro de los límites legales (mediciones de emisiones cada 5 años y mediciones acústicas cuando la actividad desempeñada esté calificada como susceptible de generar ruidos y vibraciones).
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