Cómo alargar la vida de los inyectores
Es una de las operaciones más complicadas del vehículo si se avería.
Los inyectores de un vehículo, ya sea diésel o gasolina, son una de esas piezas que si se lleva a cabo un buen mantenimiento no necesitan reemplazo durante la vida útil del coche. Sin embargo, si no se hace así suponen una de las averías más graves y caras.
Los inyectores permiten al motor aprovechar toda la energía que genera el combustible. Cuentan con partes mecánicas y eléctricas, por lo que su revisión y mantenimiento lo debe realizar un profesional cualificado. Desde Ro-Des exponen una serie de medidas para alargar su vida.
En primer lugar, el combustible juega un papel fundamental en la vida útil de este componente. Los talleres de reparación pueden ayudar a los clientes a elegir una marca que cuente con aditivos químicos de limpieza de inyectores o recomendarlos de forma externa para limpiarlos.
Esta limpieza también se puede realizar por barrido, colocando un tanque con líquido limpiador al coche y manteniéndolo en marcha para que la solución circule. Aunque es más eficaz que los aditivos, los inyectores también se someten a una mayor presión.
La forma más eficaz son los ultrasonidos, ya que obligan al profesional a extraer las piezas y limpiar cada parte del inyector individualmente. Además, permite comprobar la eficacia del componente en cuanto a la resistencia, estanqueidad, el patrón de pulverización y el caudal.
Por otro lado, recomiendan cambiar el filtro de combustible periódicamente. Se trata de una pieza que limita la entrada de impurezas y retiene el agua presente en el carburante. Lo aconsejable es sustituirlo cada 30.000 kilómetros.
Además, hay que tener en cuenta que el modo de conducir influye. Desde Ro-Des señalan que al circular por encima de las 2.000 rpm se genera más carbonilla, lo que provoca más vibraciones y desgastes prematuros de los elementos que forman el sistema inyector.
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