Mantenimiento, “la causa Aser” para el mes de junio
El mantenimiento preventivo es una de esas operaciones clave para ahorrar dinero en el automóvil, pues anticiparse al desgaste y averías incide directamente en el ahorro, seguridad y medio ambiente.
El mantenimiento preventivo de un vehículo es el conjunto de operaciones, programadas a intervalos predeterminados, destinadas a mantener el estado de sus componentes en perfectas condiciones. Cumplir con los mantenimientos estipulados es de vital importancia para asegurar el correcto funcionamiento y duración de todos los elementos y sistemas del automóvil, pero también para nuestra propia seguridad, la de los demás usuarios de la vía y para el medio ambiente.
La gran diferencia entre mantenimiento preventivo y correctivo está en los costes. Al anticiparse a los daños producidos por el desgaste, así como a las averías, se reduce al mínimo la necesidad de realizar mantenimientos correctivos, lo que incide directamente en el ahorro.
Cada componente del vehículo necesita unas operaciones periódicas de revisión/mantenimiento, que vienen estipuladas por los fabricantes de vehículos y de componentes en los libros de mantenimiento. Muchos componentes deben ser cambiados cada cierto tiempo, aunque en apariencia no presenten averías (acción preventiva). Estas pautas de revisión/mantenimiento/cambio son diferentes para cada automóvil e incumplirlas puede generar graves problemas en nuestro bolsillo, en la seguridad de las vías y en el medio ambiente.
Uso del vehículo
El libro de mantenimiento recoge cada cuánto hay que realizar las revisiones programadas, bien por tiempo o por kilómetros recorridos (lo que antes ocurra), y cuáles son las operaciones que hay que realizar en cada una de ellas. Además, también tiene en cuenta el uso que se haga del vehículo, normal o severo, ya que no es lo mismo usar el vehículo siempre en ciudad que hacerlo en carretera, ni es lo mismo usarlo solo los fines de semana que utilizarlo como servicio público. Los componentes no se desgastan ni sufren de igual manera.
No es lo mismo el cambio del aceite y filtros y mirar el estado de los componentes más visibles del vehículo que un mantenimiento programado. Por ello, es aconsejable realizar los mantenimientos programadas en un taller de confianza, donde tendrán el conocimiento, las herramientas y los programas adecuados para saber qué hay que revisar y cambiar en nuestro vehículo en cada momento. Y además lo harán con componentes de calidad y ofreciéndonos todas las garantías.
Ventajas del mantenimiento
Sobran las razones para argumentar el porqué realizar los mantenimientos preventivos programados. Aun así, algunas de ellas son:
- Reducción de averías.- Una acción preventiva es más económica que una acción correctiva. Hacer las revisiones programadas reduce la posibilidad de tener sorpresas desagradables. Pongamos como ejemplo la rotura de la correa de distribución, que puede llegar a romper el motor. Ahorrarnos el coste del cambio de correa de distribución o simplemente de los tensores de la distribución en un mantenimiento preventivo puede hacer que en un futuro nos tengamos que enfrentar a una avería muchísimo más costosa. Otro ejemplo más duro: unos amortiguadores desgastados aumentan la distancia de frenado, distancia que puede separar la vida de la muerte.
- Ahorro de combustible.- Una incorrecta presión de los neumáticos, problemas en la suspensión, aceite en malas condiciones, etcétera, genera un aumento en el consumo de combustible de hasta el 30% y, como consecuencia, también de las emisiones nocivas. El mantenimiento preventivo ayuda a que el vehículo tenga el rendimiento adecuado, no consuma más combustible del requerido y mantenga su nivel de emisiones contaminantes en los valores marcados.
- Seguridad para los usuarios de la vía.- Cumpliendo con un programa de mantenimiento preventivo reducimos de forma considerable la probabilidad de accidentes surgidos del mal funcionamiento de los sistemas de nuestro coche, muchos de los cuales son determinantes para garantizar esta seguridad.
- Aumento de la vida útil.- Observar los mantenimientos hace que cualquier defecto sea corregido a tiempo, evitando que se presenten fallos mayores que reduzcan la vida útil de los componentes. Esto tiene una incidencia directa en la seguridad.
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