La ITV voluntaria, una garantía a la hora de adquirir un coche de segunda mano
Aeca-ITV resalta su utilidad ya que permite dar seguridad al comprador y al vendedor al mismo tiempo sobre un buen estado del vehículo.
Aunque la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un procedimiento de obligado cumplimiento, también existe la posibilidad de acudir a una estación de ITV a realizar una inspección técnica preventiva a un determinado vehículo. Hablamos de la ITV voluntaria.
Desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos, Aeca-ITV, explican que, aunque este tipo de inspección puede ser de utilidad en cualquier momento, es una herramienta clave a la hora de adquirir un vehículo seminuevo.
Con motivo de la celebración del Salón del Vehículo de Ocasión 2023, que se desarrolla esta semana en Ifema, Aeca-ITV resalta la utilidad de la ITV voluntaria a la hora de adquirir un vehículo de segunda mano, ya que permite asegurar al comprador que el vehículo que va a adquirir se encuentra en buen estado y al vendedor le permite ofrecer una garantía del buen funcionamiento del mismo.
Garantía de ambas partes
“Aunque en el caso de este evento, los coches que allí se presentan cuentan con las máximas garantías, lo cierto es que la gran mayoría de las compraventas de coches usados se realizan entre particulares, por lo que este tipo de inspecciones cobran una mayor importancia”, ha asegurado Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV.
En algunas ocasiones, los automóviles usados pueden presentar problemas complejos que no se detectan a simple vista y que únicamente se pueden identificar a través de una comprobación completa como la que realizan las estaciones de ITV que incluye: el motor, el alumbrado, los frenos, las emisiones de gases, entre otros sistemas.
También, a través de este tipo de inspecciones, se puede detectar, por ejemplo, si el vehículo tiene alguna reforma no legalizada.
La ITV voluntaria puede ser completa o parcial
Existen dos tipos de ITV voluntaria: la completa, como la que se realiza de forma obligatoria y periódica a todos los vehículos; y la parcial, lo que quiere decir que únicamente se comprueba el correcto funcionamiento de algún elemento o sistema específico del vehículo, por ejemplo, el de frenos, dirección o emisiones.
Este tipo de inspecciones suelen tener un coste menor al de una ITV periódica y obligatoria y no afecta su fecha de caducidad.
Sin embargo, si durante la inspección se detecta algún defecto grave o muy grave, habría que subsanarlo y volver a la estación ITV para que se compruebe que ha sido reparado y el vehículo pueda circular.
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