Claves para ser un buen mecánico de hoy y del futuro
Saber inglés o no tener miedo a estudiar son algunas de las características que debe poseer un buen profesional.
Los avances en la industria de la automoción están revolucionando todo el sector. Desde la propia concepción de los vehículos a las mecánicas de los nuevos vehículos, las innovaciones tienen un efecto dominó que acaba llegando al sector de la reparación, que está viviendo, probablemente el inicio de su gran transformación.
En este sentido, Motorpasion ha dedicado un artículo en el que apunta cómo debe ser un profesional del taller de hoy y del futuro. Según este artículo, un buen mecánico tiene que ser un profesional "muy completo". De este modo, argumenta que ya no vale con ser hábil con las manos (que también es importante), "hay que tener una mente analítica y una formación muy especializada". Así, el artículo enumera las cualidades que deben definir a un buen mecánico.
La primera característica es que debe saber inglés. "Hoy en día la mayoría de los equipos de diagnosis y la 'comunicación' con el coche se realiza con programas informáticos que, o están en inglés o mal traducidos al español. Como la diagnosis es fundamental para una correcta reparación, saber el idioma en el que te vas a comunicar con el coche es prioritario", apunta el artículo.
Otra peculiaridad de un buen profesional de la reparación es saber interrogar. La primera diagnosis es sacarle información al cliente: preguntar al cliente el motivo por el que trae el coche al taller, es lo primero que tiene que hacer un buen mecánico. Algunos conductores, argumenta el artículo, "saben algo de mecánica y ellos mismos pueden dar buenas pistas, pero la inmensa mayoría no sabrá absolutamente nada de lo que le pasa al coche".
Por este motivo, es importante concretar cómo sucedió el fallo, si lo hace más con el motor frío o en caliente, al acelerar a fondo o suavemente, al girar a un lado o a otro... "Nada más decirnos lo que le ha sucedido debemos tener una idea de por dónde pueden ir los tiros y hacer las preguntas que acoten al máximo el problema" recomienda el artículo.
El tercer rasgo mencionado es no tener miedo a estudiar. "Históricamente, señala el artículo, los jóvenes que se decidían a hacer un módulo de mecánica eran los que no querían estudiar y les gustaban los coches. Si perteneces a este grupo lo más seguro es que no pases de cambiar pastillas de freno en una cadena de mecánica rápida", lamenta el artículo.
En la explicación se señala que un mecánico en la actualidad tiene que "estar dispuesto a invertir muchas horas en formarse y estar al día de las tecnologías que vayan surgiendo". "Los coches, continúa el artículo, han alcanzado un nivel de complejidad tan grande, que para entenderlos —y así poder repararlos— hay que tener unos conocimientos casi al nivel de los del ingeniero que los desarrollaron. Afortunadamente, para facilitar la tarea, los ingenieros hacen manuales de taller para identificar los fallos, pero un manual es como un mapa: si no sabes leerlo no sirve de nada".
Como cuarto característica, el artículo señala el tener conocimientos de electrónica. Antes, a un mecánico le bastaba con saber lo que era una batería, una dinamo y un interruptor para dominar la mecánica y la electricidad de un coche. En la actualidad es la electrónica la principal causa de averías en los coches y es prioritario dominarla. "Si no sabes utilizar un osciloscopio no tienes la menor oportunidad. Saber cómo comprobar un sensor del ABS o un inyector empleando un osciloscopio es básico. También es necesario tener conocimientos sobre redes multiplexadas y sistemas CAN-BUS. Incluso la fibra óptica está siendo empleada con cierta frecuencia", enumera el artículo.
Por otro lado, otra singularidad del buen profesional, según el artículo, es hacerse especialista, pues a medida que los coches se están volviendo más complicados es más difícil poder cubrir todos los campos necesarios para repararlos. "Debemos ser conscientes de que los coches son diseñados por equipos de ingenieros especializados. Llegar a comprender cómo funciona todo el coche y saber repararlo todo es inabarcable", señala.
Por último, el sexto rasgo enumerado es el de "ser millonanario". Aunque quizás sea algo exagerado, el artículo señala que esta característica no es necesaria si trabajas por cuenta ajena, "pero si quieres abrir tu propio negocio deberás tener dinero suficiente como para no tener que trabajar". Así, explica el artículo, "la herramienta es cara, y los modernos equipos de diagnosis lo son todavía más".
En este sentido, el autor recuerda una anécdota de cuando era gerente en un concesionario oficial y salió a la venta un nuevo modelo al mercado. "Era de los primeros en llevar control de crucero adaptativo. El equipo para diagnosticar y calibrar el radar delantero que calcula la distancia con el vehículo que nos precede costaba 60.000 €. Para amortizar esa máquina deberíamos hacer unas 1.000 reparaciones de controles de crucero sólo para pagar la máquina. Luego la gente se molesta cuando les cobras 50 euros "sólo" por enchufar la máquina...", concluye.
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