Aprendiendo a conducir ‘por la cara’ en un taller de Illinois
Los trabajadores del Hawk Ford de Oak Lan usaban el coche de una clienta para aprender a manejar un vehículo de cambio manual.
Formar a los empleados de un taller para que aprendan nuevas técnicas o se familiaricen con nuevos modelos puede resultar costoso y extenderse en el tiempo. Hawk Ford, un taller de Oak Land (Estados Unidos) ha dado con la “clave” para que enseñar a sus mecánicos resulte beneficioso para el negocio: utilizar los coches de sus clientes.
Tal como se hace eco Car and Driver, esa fue la decisión que tomaron en este taller de Illinois para que los empleados aprendiesen cómo funciona el cambio manual. Una clienta les dejó su Ford Focus RS para reemplazar la junta de la culata tras una llamada a revisión de la compañía. Durante el tiempo que estuvo, supuestamente, en el taller, los empleados lo utilizaron a modo de vehículo de autoescula.
Se coge antes a un mentiroso…
Sin embargo, las clases extra les duraron poco tiempo, ya que la dueña del vehículo, celosa de su nuevo Focus, colocó una cámara en el interior antes de entregar el vehículo, que grabó las clases que se impartieron con él. De este modo, pudo comprobar cómo habían recorrido 14 kilómetros en los que se sucedieron los calados del motor, aceleraciones y frenazos.
Karol Zwolinski, dueña del Ford Focus RS, decidió publicar el vídeo para presionar al taller, aunque hasta la fecha parece ser que solo ha conseguido algunos servicios gratis por las molestias.