Quantcast
62.000 seguidores
43.000 suscripciones

Borg Automotive "certifica" que sus turbocompresores refabricados ofrecen un rendimiento equivalente al de los nuevos

El fabricante danés garantiza que "sólo se reacondicionan piezas originales" y que "cada una de ellas pasa más de 30 pruebas antes de salir al mercado".

Así son las estrictas pruebas a las que son sometidos los turbocompresores refabricados de Borg Automotive Reman.
Así son las estrictas pruebas a las que son sometidos los turbocompresores refabricados de Borg Automotive Reman.

En la industria automovilística, a menudo surgen dudas sobre la calidad de los turbocompresores refabricados. Borg Automotive Reman, el principal refabricante independiente de piezas de automoción de Europa, afronta estas dudas y quiere demostrar que los turbocompresores reacondicionados ofrecen un rendimiento equivalente al de los nuevos, aunque los cascos procedan de componentes usados.

Borg Automotive Reman garantiza que "cada turbocompresor cumple con los estándares más exigentes del sector mediante un minucioso proceso de refabricación y un estricto control de calidad, que incluye certificaciones como DIN EN ISO 9001:2015 y la norma para proveedores de automoción IATF 16949.

En este sentido, Borg Automotive defiende que "sólo se reacondicionan piezas originales". El proceso de refabricación es "muy sofisticado: cada turbocompresor que llega se desmonta, se limpia y se inspecciona a fondo". Si es apto para reacondicionar, los especialistas eliminan toda la suciedad y los restos de aceite de las piezas de la carcasa. Se pulen los pequeños arañazos en la entrada y se reparan las roscas que no superan la prueba de calidad. Las piezas pequeñas y desgastadas se sustituyen por piezas de renombrados proveedores de primer y segundo nivel.

Pero el proceso no acaba ahí, cada turbocompresor se equilibra con precisión y el caudal se ajusta según las especificaciones. Además, cada dispositivo debe pasar más de 30 pruebas antes de salir al mercado. Asimismo, cada turbocompresor es rastreable individualmente como parte del proceso de control de calidad.

"Como miles de turbocompresores usados pasan por las manos de nuestros especialistas en reacondicionamiento, éstos pueden identificar diferencias entre varios diseños originales, al aplicar las optimizaciones de diseño de las últimas versiones a los modelos más antiguos, pueden ayudar a prevenir fallas prematuras", explican desde Borg Automotive.

Identificación temprana de la tendencia hacia la electrónica

Estos controles de calidad "no sólo garantizan la confiabilidad de los turbocompresores refabricados, sino que también colocan a Borg Automotive Reman a la vanguardia de la innovación de la industria, pues identificó en una etapa temprana esta tendencia hacia la electrónica y la integración de los sistemas del vehículo e invirtió en la experiencia y los procesos necesarios de manera oportuna y ha adquirido capacidades para rediseñar incluso piezas de repuesto complejas".

Como resultado, la empresa puede refabricar no sólo turbocompresores accionados eléctricamente, sino también cremalleras de dirección asistida eléctrica o compresores de aire acondicionado eléctricos. “Para reacondicionar turbocompresores con actuadores eléctricos se necesitan conocimientos especializados”, afirma el director de productos de Borg Automotive Reman, Nelson Gracias. “Dependiendo del diseño, la comunicación entre el turbocompresor y la ECU es posible tanto a través del bus Can como de una señal modulada por ancho de pulsos, comprender el flujo de información es vital para garantizar una calidad óptima”.

En comparación con los sistemas puramente mecánicos o neumáticos, esto permite que la unidad de control del motor controle el rendimiento del turbocompresor de manera especialmente precisa y flexible. “Por lo tanto, turbocompresores como estos son comunes en los vehículos modernos”, explica Nelson Gracias. “Esto demuestra una vez más que el campo de la electrónica está adquiriendo cada vez más importancia para los refabricantes. Aquellos que no lo dominen no podrán ofrecer una gama amplia y moderna en el futuro”, sentencia.

Satisfacer la demanda del mercado: nuevos turbocompresores para modelos populares

Muchas de las últimas incorporaciones a la gama de turbocompresores refabricados que ofrece Borg Automotive Reman cuentan con un actuador eléctrico. Por ejemplo, dos nuevos turbocompresores para modelos de Hyundai, Kia, Nissan y Renault, que representan un parque de alrededor de 450.000 de vehículos en Europa.

El turbocompresor para Hyundai y Kia añade 44 nuevas aplicaciones de vehículos a la gama. "Es la pieza de repuesto perfecta para varias versiones turbodiésel 1,6 litros de los modelos Hyundai i30, i40, Kona y Tucson y los vehículos Kia Ceed, Optima, Proceed, Sportage y Xceed". El segundo turbocompresor destaca" en los vehículos Renault y Nissan con motores de gasolina de 1,6 litros, cubre un total de 18 aplicaciones de vehículos, incluidos los Nissan Juke y Qashqai y los Renault Clio, Espace, Mégane y Kadjar", enumeran desde Borg.

Alta disponibilidad

Los turbocompresores de Borg Automotive Reman están disponibles bajo las marcas propias de la empresa Elstock, DRI y TMI, así como bajo la histórica marca Lucas, que se utiliza bajo licencia. La gama, en constante crecimiento, incluye hoy alrededor de 880 referencias para turismos y vehículos comerciales ligeros, destinadas a más de 157 millones de vehículos en Europa. Se pueden encontrar turbocompresores con geometría de turbina variable (VTG), así como modelos controlados eléctricamente o biturbos, normalmente con un juego de juntas incluido en el paquete suministrado.

stats