Precauciones para cambiar la junta de la culata
Respetar las indicaciones del fabricante y limpiar la zona antes del montaje, evitará averías futuras.
A la hora de afrontar un proceso de reparación en el motor de un vehículo hay que tener en cuenta que se trata de un proceso en el que sus componentes deben quedar bien sellados para evitar posteriores fallos.
Las uniones entre el bloque motor, la culata y la junta de la misma se suelen hacer con tornillos y selladores anaeróbicos, como indica el blog de Loctite Teroson, para evitar holguras que afecten a sus partes.
Para el cliente es una de las averías más caras que puede afrontar, y para el profesional, una de las más laboriosas. Ante cualquier sospecha de fallo, el mecánico debe prestar atención a diferentes factores.
En primer lugar, antes de sustituir la junta de la culata hay que limpiar y eliminar los sedimentos tanto en la culata como en el bloque motor para que no dañen la nueva pieza. Loctite recomienda el SF 7840, ya que no contiene disolventes dañinos. También será necesario limpiar a fondo los orificios de anclaje del bloque motor, succionando las impurezas, para que al apretar el tornillo quede todo sellado.
Por otro lado, hay que usar una junta con el grueso recomendado por el fabricante, así como verificar la planicidad del bloque motor y de la culata. Si se dan irregularidades habrá que rectificar las caras del asiento, explica Loctite en su blog.
A la hora de montar la junta, hay que asegurarse de que los centradores de montaje están en posición, lo que garantiza que la pieza esté en el lugar indicado. Además, también es necesario renovar los tornillos de la culata, así como respetar el par de apriete recomendado por el fabricante y utilizar un fijador de roscas de alta resistencia para asegurar un correcto montaje.
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