El Europarlamento aprueba el duro Reglamento de emisiones para camiones sin enterrar el motor de combustión
La norma persigue la reducción del 90% de emisiones de los vehículos industriales para 2040. La Comisión Europea se ha comprometido a desarrollar un método para registrar los camiones y autobuses que solamente funcionen con combustibles neutros en CO2.
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles el duro Reglamento de emisiones de CO2 para vehículos pesados, que persigue la reducción del 90% de emisiones de los nuevos camiones y autobuses para 2040, respecto a las registradas en 2019. Sin embargo, este Reglamento deja una puerta abierta al motor de combustión en los vehículos industriales, siempre que funcionen con combustibles neutros en CO2, los llamados ecocombustibles.
Justo antes de la votación en el pleno, una portavoz de la Comisión Europea ha explicado que este órgano elaborará "una metodología" para registrar los camiones y autobuses que solamente puedan ser propulsados por combustibles que no emitan CO2, como pedían Consejo y Parlamento Europeo.
El Reglamento aprobado este lunes -a falta de la aprobación formal del Consejo- es fruto del debate entre los tres órganos (Comisión, Consejo y Parlamento) y tiene los objetivos intermedios de que los nuevos camiones reduzcan sus emisiones un 45% en el periodo 2030-2034 y un 65% en 2035-2039 para llegar a ese 90% a partir de 2040. También, a partir de 2030, tendrán que bajar sus emisiones los remolques (7,5%) y semirremolques (10%). Todas estas reducciones se calculan respecto a las de 2019.
La Comisión tendrá que efectuar una revisión detallada de la efectividad e impacto de la legislación para 2027. Deberá evaluar, entre otros aspectos, si aplicar las reglas a los camiones pequeños, el papel de una metodología para registrar los vehículos pesados propulsados por combustibles que no emiten CO2, así como el papel que tendría un factor de corrección de carbono en la transición hacia vehículos pesados de emisiones cero.
CLARIDAD
El encargado de defender estas normas ha sido el eurodiputado Bas Eickhout, que asegura que proporcionarán "claridad a los fabricantes y un incentivo importante para invertir en electrificación e hidrógeno". El reglamento ha salido adelante con 341 votos a favor, 268 en contra y 14 abstenciones.
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