Cómo puede afectar el vehículo eléctrico al empleo en posventa y automoción
Reparación
La facturación en los talleres podría rebajarse hasta el 60% debido a las piezas que sufrirán menos desgaste en estos coches.
La llegada de los vehículos eléctricos supondrá numerosos cambios en distintos ámbitos. Entre ellos, el que más preocupa en el sector de la automoción en España es la destrucción de 40.000 puestos de trabajo directos e indirectos hasta 2025 por la escasa presencia de una industria preparada para poder acoger la fabricación y el mantenimiento de este tipo de vehículos, según un estudio elaborado por UBS y publicado por el Ministerio de Industria, en su revista Economía Industrial.
En nuestro país, se prevé que se produzca una penetración de 400.000 vehículos eléctricos puros e híbridos enchufables sobre un total de 1,2 millones de unidades vendidas, lo que representa una cuota de más del 33% para la mencionada fecha, tal y como indica el informe del que se hace eco Europa Press. Aunque, de momento, el parque eléctrico actual es el 0,08% del total.
Todo ello afectará a la estructura industrial española, todavía vulnerable a los costes asociados a la electrificación del parque automovilístico por la ausencia de plantas de producción de baterías eléctricas y semiconductores.
Asimismo, los fabricantes de componentes pasarán a tener menos peso debido a un potencial impacto económico en el negocio de los talleres, que podrían reducir hasta el 60% su facturación como consecuencia del menor número de piezas, que además se desgastan menos, en estos vehículos eléctricos.
A este respecto, el estudio subraya que la mayoría de las marcas españolas ha estado actuando de forma reactiva a la revolución eléctrica, quedándose rezagadas respecto a los conglomerados asiáticos en investigación y desarrollo de baterías a gran escala.
Por ello, se podría estar perdiendo más del 40% del valor añadido por cada vehículo que pase a ser eléctrico. A esto hay que sumar que el análisis asegura que pese a que se ponga en marcha alguna fábrica, cuando entre en funcionamiento tendrá que competir con las de China y Corea del Sur, que ya tendrán gran tamaño, mayor eficiencia y ya suministrarán a las principales marcas.
Por otro lado, el superávit comercial del sector de 10.000 millones de euros también podría reducirse en tres cuartas partes hasta 2025 por la necesidad de importar baterías y componentes, así como por la pérdida de cuota de los vehículos de producción doméstica en las ventas totales en España.
No obstante, el estudio refleja optimismo en Europa, donde pronostica que pasarán de contabilizarse 3,1 millones de coches en 2021 a 16,5 millones en 2025.
En cuanto a los costes de producción de estos coches, el estudio espera que se alcance la total paridad con los vehículos de combustión interna entre 2022 y 2025. Los costes de fabricación de baterías en descenso, la mejora de la química de sus células, de su densidad energética o el aprovechamiento de su economía de escala, junto con el bajo coste de mantenimiento y el "gran desarrollo" de las infraestructuras de recarga, harán que el vehículo eléctrico "se imponga con claridad" al resto de tecnologías.
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