Tipos de mascarillas para el taller: la elección depende de la actividad
Cesvimap recuerda que las mascarillas autofiltrantes desechables se emplean en estos centros en operaciones de lijado, soldadura o reparaciones de pintura, entre otras. Ahora también, su utilización ayuda a prevenir el contagio del coronavirus.
El uso de la mascarilla se ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad ante la amenaza del coronavirus. Sin embargo, los equipos de protección respiratoria eran un habitual de la actividad en los talleres de reparación y mantenimiento, empleadas en operaciones como lijados frente a partículas solidas, en soldaduras para proteger contra el humo, o en aplicaciones de adhesivos y operaciones de pintado, como un elemento de seguridad frente a gases y vapores, por nombrar algunos casos.
Cesvimap ha elaborado una guía para explicar el tipo de uso de mascarillas que deben emplearse en los talleres de reparación, según la actividad a desarrollar, haciendo hincapié en que en estos centros, las mascarillas quirúrgicas que actualmente utilizan los ciudadanos no resultan muy efectivas, porque no impiden la penetración de sustancias al interior, su principal función es la de reducir la transmisión. Para los profesionales del taller, los EPI utilizados deben cumplir con las normativas de comercialización: Reglamento (UE) 2016/425, de selección y uso: R.D. 773/1997, de protección contra agentes biológicos: R.D. 664/1997, y de protección contra agentes químicos: R.D. 374/2001.
Las mascarillas autofiltrantes desechables, de uso frecuente en los talleres, deben cumplir con los requisitos mínimos que exige la norma EN 149: 2001, de forma que sea considerada un equipo de protección individual. Este material debe ajustarse de forma hermética y está diseñado para la protección frente a polvo y aerosoles líquidos y sólidos.
Este tipo de mascarillas pueden clasificarse en función del porcentaje de penetración de partículas, así como el factor de protección y el rendimiento, diferenciando entre las mascarillas FFP1, con un porcentaje de protección inferior al 20% de partículas sólidas que penetran hacia el interior; FFP2, como protección intermedia menor al 6% de penetración; y FFP3, con mayor protección y una cifra inferior al 1% en cuanto a la inclusión de partículas.
Estos materiales de protección deben contener la siguiente información:
- Certificado CE: conformidad del sistema de garantía de calidad.
- Nombre: marca registrada o medios de identificación del fabricante o suministrador.
- Marca de identificación del tipo.
- Clasificación: la clase apropiada (FFP1, FFP2 o FFP3) seguida de un espacio y después.
- "NR", si la máscara filtrante contra partículas no es reutilizable, o "R", si la mascarilla es reutilizable.
- Norma, número y año de publicación.
Mascarillas para partículas
Este material de protección puede incluir una válvula de exhalación, lo que facilita la salida del aire al exterior, sin reducir la protección del usuario ni del resto de personas. Es muy recomendable para personas con problemas respiratorios.
Mascarillas, con y sin filtro
Este tipo de mascarillas también se emplean de forma frecuente durante la reparación de vehículos, sobre todo en operaciones de pintado, y por lo general están diseñadas para proteger toda la cara y las vías respiratorias frente a vapores. Pueden denominarse también máscaras.
Para elegir el tipo de mascarilla más adecuada, será necesario tener en cuenta otros factores como el tipo de riesgo al que se enfrenta el trabajador según su cargo, el ambiente, las características particulares del usuario, entre otros aspectos.
La protección facial y ocular de los profesionales del taller es esencial, pues los ojos de los empleados están expuestos a riesgos químicos, mecánicos, proyecciones de material fundido, esquirlas, polvo, gotas o salpicaduras de líquidos, virus, bacterias y radiaciones de luz. En este sentido, los equipos están regulados por la Normativa Europea EN 166:2001.
El uso de la mascarilla en los talleres durante el coronavirus
Estos equipos de protección individual se usan en el taller de forma habitual. Las mascarillas autofiltrantes que se utilizan en los trabajos de reparación y pintado en el taller, en la mayoría de los casos, son las FFP2 y FFP3, las cuales han ganado relevancia durante la crisis del coronavirus.
Sobre el uso de las pantallas hechas en 3D, con cualquier plástico transparente como protección facial, Cesvimap recomienda no utilizarlas, pues no cumplen con la normativa vigente y no son aptas para proyecciones de partículas de alta energía.
El taller de reparación es un espacio cerrado en el que suelen trabajar varios empleados que comparten entorno durante muchas horas, y en muchas ocasiones no podrán garantizar el distanciamiento social de 1,5 metros, por lo que se recomienda el uso de estos equipos de protección respiratoria y facial, asegurando su reemplazo con frecuencia para que no pierdan efectividad y manipularlas lo mínimo posible para afianzar sus resultados.
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