Crisis y talleres clandestinos: dos de cada diez centros en Salamanca son ilegales
Víctor Yenes (Aesat) ha apuntado a una clara relación causa-efecto entre el Covid-19 y la proliferación de estos negocios fuera de la ley.
Las revisiones y el mantenimiento de los vehículos se ha vuelto imprescindible de cara al comienzo de las vacaciones y la puesta a punto del coche tras el confinamiento. Dada su importancia para garantizar la seguridad vial, hacerlo en un taller de reparación legal debería ser un requisito fundamental. Víctor Yenes, secretario técnico de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Automóviles y Talleres (Aesat), ha insistido en la importancia de pasar por el taller antes de realizar cualquier desplazamiento, resaltando que este verano "es más necesaria que nunca la revisión de cualquier vehículo antes de abordar cualquier viaje de media o larga distancia. Han estado parados y eso conlleva algún sufrimiento en la maquinaria de lo coches. Conviene una revisión en los puntos críticos y más importantes", explicaba en el digital El Norte de Castilla.
Desde la patronal de Salamanca, además, destacan el valor de acudir a un taller legal y homologado para esta función, subrayando que hay "mil y un motivos para elegir uno legal". Yenes recuerda la necesidad de apostar por la seguridad personal, que "no puede quedar en manos de alguien que usa piezas que no se sabe de dónde vienen, que no se sabe cómo gestiona los residuos, sin garantías...". El factor precio no debe ser el eje motor que obligue a un conductor a acudir a un taller clandestino. "Los talleres legales cobran más o menos dependiendo de sus circunstancias, pero tienen garantías y si no dan la calidad adecuada se puede reclamar porque hay una factura", ha agregado Víctor Yenes.
Asimismo, manifiesta que en estos centros se "acometen las inversiones necesarias para dar garantía de calidad, porque los trabajadores están formados adecuadamente. Tienen garantía en las reparaciones y de que manejan de forma adecuada los residuos. Uno ilegal no puede hacerlo porque no esta dado de alta y no puede gestionar el aceite usado, por ejemplo, o los neumáticos, que seguramente acabarán en una alcantarilla o en un descampado. Y no pagan impuestos y, en la situación en la que estamos, nadie puede permitirse el lujo de no pagar impuestos para cubrir las necesidades sanitarias. Insistimos en que hay mil y un motivos para elegir un taller legal".
Respecto a la situación del sector en la provincia, Yenes ha afirmado que presenta "mucha capilaridad de talleres, dada la potencialidad agrícola y ganadera que tiene. Casi en cada pueblo hay un taller y hay más posibilidades de que surjan talleres clandestinos en pequeñas localidades para algunas reparaciones agrícolas", haciendo alusión a los datos que maneja la Confederación Española de Talleres de Reparación (Cetraa) que cifra en el 20% el total de talleres en España que son ilegales, dato que coincide con esta región de Castilla y León. "Es un porcentaje que no nos gusta pero que tenemos que dar por válido. Ese 20% vale para Salamanca", ha añadido Yenes.
En cuanto a los más afectados por esta situación, señala que "sin duda, el que más lo padece es el taller pequeño, porque es al que más le cuesta amortizar a sus trabajadores, paga cursos de formación, maquinarias... Los coches cada vez más complicados de manipular o reparar y para eso hace falta formación".
Asimismo, señala como principal motivo de la existencia de talleres clandestino a la economía. "Si el bolsillo está dañado van al más barato, que es el ilegal porque no tiene altas laborales, ni gestiona residuos, ni tiene permisos municipales, ni instalaciones ni maquinaria homologadas... y se ahorra costes que puede trasladar al cliente, aun con el riesgo de la falta de garantías", acentuando a modo de conclusión la clara "relación causa-efecto total entre la crisis y los talleres ilegales".
Archivado en
No hay comentarios