Uno de cada diez talleres leoneses es ilegal
El presidente de la patronal Tarevel, Juan Fernández, se queja del daño que hacen al sector, ya que ensucian su imagen y ponen en riesgo la seguridad, pues sus reparaciones carecen de garantía y utilizan piezas de origen desconocido.
Algo más del 10% de los talleres de León capital son ilegales, según declaraciones del presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Talleres de Reparación Vehículos de León (Tarevel), Juan Fernández, al Diario de León.
Calcula Fernández que 170 centros de reparación cumplen sus obligaciones a rajatabla, mientras que unos 20 son ilegales, y eso que la cifra se ha reducido notablemente tras decretarse el año pasado el Estado de Alarma. Esos talleres, que superan la treintena en el cómputo total de la provincia, “nos hacen mucho daño”, asegura el presidente de la patronal leonesa, que recuerda las dificultades por las que atraviesa en estos momentos el sector a causa de emergencia sanitaria, que admite que “andamos un poco a gatas. Es cierto que las empresas pequeñas, de hasta tres o cuatro trabajadores, han resistido mejor la crisis porque, aunque ha bajado el trabajo, han seguido funcionando, pero los ingresos han caído, como en todo lo demás”.
Los talleres ilegales, localizados en garajes, casas particulares o bajos sin licencia, “ensucian a un sector que, como la mayoría de actividades, ha sufrido una caída importante de la facturación por culpa de la pandemia y las restricciones a la movilidad”, afirma Fernández, y añade que no son un caso aislado, ni es difícil dar con ellos, porque hasta se anuncian en algunas plataformas.
Difícil solución
El presidente de Tarevel aclara que han puesto varias denuncias, pero es un problema de difícil solución que el sector arrastra desde hace años, y explica que “son todos unos listillos, saben perfectamente a qué hora vienen los inspectores y adaptan sus horarios o directamente cierran la puerta y continúan trabajando dentro, sin abrir a nadie”. Por ello, desde la asociación se reclaman más controles y fuertes sanciones para los locales clandestinos.
Asimismo, alerta Fernández del riesgo que supone para la seguridad vial confiar la reparación de vehículos a estos talleres, que carecen de cualquier tipo de garantía y utilizan piezas que no se sabe de dónde proceden y si están certificadas. En este sentido, desmiente que aunque “pueden parecer baratos, no lo son. Todo lo contrario. La mano de obra apenas la cobran, en algunos casos, pero luego te colocan dos o tres piezas que suben el precio”, y cometa que algunos mecánicos con contrato de mañana en taller legal, por la tarde hacen sus chapuzas en casa o en algún local habilitado para este tipo de operaciones.
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