Un taller pirata escondía un punto de venta de droga
La Guardia Civil se ha incautado de más de 125 gramos de cocaína de gran pureza en el domicilio del responsable del establecimiento.
La Guardia Civil ha desarticulado estos días un punto de venta de droga que se encontraba en un taller mecánico ilegal de Chiclana, en Cádiz, donde sus dos responsables, que ya han sido detenidos, distribuían cocaína.
Dentro de la operación ‘Mecanic’, también se ha llevado a cabo el registro del domicilio de uno de los detenidos, ya que se utilizaba como almacén de droga y para preparar dosis.
Los agentes han incautado más de 125 gramos de cocaína en roca de gran pureza, dinero de las ventas de estupefacientes, siete teléfonos móviles, material para la manipulación y corte de la droga, varias piezas de joyería con las que, probablemente, los clientes pagaban sus dosis y una agenda con anotaciones de pagos pendientes y cantidades encargadas.
Asimismo, durante la investigación, los agentes interceptaron en varias ocasiones consumidores a los que les intervinieron dosis de estupefacientes cerca del local donde los jóvenes se dedicaban a la reparación de vehículos, según publica La Voz de Cádiz.
El cabecilla de la trama, con antecedentes por tráfico de drogas, utilizaba el garaje alquilado como taller ilegal de reparación de vehículos. Allí fue donde la Guardia Civil observó el frecuente ir y venir de personas que adquirían esta sustancia.
En el registro del establecimiento, según el citado medio, también estuvieron presentes inspectores de trabajo para tomar nota de irregularidades en materia de medio ambiente, actividad industrial, trabajo y seguridad social.
Ambos detenidos, F.J.L.R. y I.L.L., han sido puestos a disposición judicial. El primero de ellos ya ha ingresado en prisión; el segundo está libertad con cargos.
Por otro lado, la Benemérita subraya que el taller mecánico se ubicaba junto a un colegio, por lo que los agentes realizaron la vigilancia dentro del denominado Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros educativos y sus entornos, que, en este caso, fueron los que dieron la primera voz de alarma.
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