El sueño de Uber, ¿la pesadilla de la posventa?

Su idea de 'menos coches en circulación' podría chocar con la ‘necesidad’ del sector de un mayor uso que genere más visitas al taller.

El sueño de Uber, ¿la pesadilla de la posventa? / Redacción Infotaller
Redacción

09 de junio 2015 - 09:25

“Es maravilloso que dos personas vayan al mismo lugar. Nuestra visión es dar acceso a más personas, más barato y con menos coches”. Con esta declaración de intenciones se despachó Travis Kalanick, cofundador y actual consejero delegado de Uber, durante la celebración del quinto aniversario de la aplicación de ‘viajes bajo demanda’.

Aunque se refería al nuevo servicio UberPool, de 'car sharing'-varias personas compartiendo un mismo coche-, que ya está implantando en distintos países, es una de las máximas que los responsables de esta app acuñan y que tiene al sector de la posventa en alerta.

Básicamente, la aplicación de Uber lo que hace es poner en contacto a conductores que hacen un recorrido con personas que desean hacer ese mismo trayecto, o similar. De este modo, el 'cliente' pagaría al conductor por recogerlo en un punto acordado y conducirlo a su destino por un precio más económico que un servicio de taxi convencional.

Uber ya es el 'terror' del colectivo del taxi en medio mundo y, en cierta medida podría afectar también de manera negativa a la posventa de automoción… ¿o no? Según los cálculos de Uber, resulta más barato usar su servicio que tener un coche en propiedad: “Si se suman aparcamientos, mantenimiento, gasolina, seguro y el tiempo empleados en buscar dónde dejarlo, sale mucho más económico confiar en nosotros”, aseguró Kalanick.

Esta visión de su negocio podría chocar frontalmente con todo el sector de posventa de automoción ya que la ecuación 'a menos coches, menos posibilidad de negocio' parece evidente.

Sin embargo, el propio Kalanick dejó este otro pensamiento, a priori contradictorio, en esa misma intervención. “Somos el transporte del siglo XXI. Me parece increíble que la posesión más valiosa de casi toda la humanidad se desaproveche. Hay casi mil millones de coches en el mundo que no se usan el 96% del tiempo”.

Si tenemos en cuenta este otro razonamiento, se podría pensar que la intención de Uber es hacer que miles de conductores pongan en circulación para servicio de su app, miles de coches que habitualmente están parados, y que por tanto hacen menos kilómetros al día, a la semana, al mes… con lo que su negocio ya no debería ser tan mal visto por el sector.

En su intervención en la celebración de Uber, Kalanick hizo un repaso a los cinco años de actividad y se jactó de sus logros aunque pasó de puntillas por Europa, donde tiene problemas para funcionar de manera legal como hemos visto recientemente en España, además de otros países como Italia, Holanda, Alemania o Portugal. Tampoco quiso hablar de América Latina, donde los taxistas mexicanos están en pie de guerra y Brasil también ha impedido su desembarco.

Uber es ya una multinacional con una valoración superior a 50.000 millones de dólares, aunque sus responsables aún prefieren que se les llame ‘start up’. A los 18 meses del estreno en San Francisco, ya abrió en París. Desde entonces, han llegado a más de 300 ciudades en más de 50 países. Cuenta con 3.000 empleados de plantilla, y presume de tener en cartera más de un millón de conductores.

Según las cifras presentadas a los inversores, Uber espera crecer el 400% este año. ¿Será a costa de la posventa de automoción?

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