Cuáles son las principales averías del filtro de partículas
Es una de las actuaciones que más suelen llevar a cabo los talleres.
La reparación del filtro de partículas (FAP) se ha convertido, desde hace años, en una de las más habituales para los talleres, sobre todo en el caso de los vehículos diésel. Existen una serie de averías que el profesional mecánico debe conocer para actuar sobre ellas.
El FAP (en el caso de motores de gasóleo DPF) se encarga de limitar la emisión de gases contaminantes del vehículo al realizar la combustión, como indican desde Autocasión. La mayor parte de las averías se suelen dar en coches acostumbrados a circular por ciudad, ya que los tiempos entre paradas y movimiento son tan cortos que no permiten al componente realizar el ciclo de limpieza o regeneración por completo. Debido a esto, cada vez se acumulan más impurezas y se obstruye, dando un fallo motor. Desde el taller se puede optar por limpiarlo o forzar la regeneración a través de un equipo de diagnosis, explican desde el portal.
También está contraindicado circular continuamente con marchas largas. Si el vehículo no alcanza las 2.000 rpm no iniciará el proceso de limpieza y el resultado será el mismo.
Por otro lado, también se pueden llegar a obstruir los conductos que unen la entrada y la salida del filtro con el sensor de presión diferencial, lo que puede provocar que no se detecte cuando está lleno o no y que inicie la regeneración sin necesidad.
Además, recomiendan no llenar por completo el tanque de combustible, ni utilizar aditivos. En el primer caso, provocará que aumente el nivel de aceite en el cárter (se mezclará con el combustible), lo que podría provocar un aumento descontrolado de la aceleración del vehículo, llegando a causar averías graves.
Anular el filtro de partículas
Este tipo de averías y las continuas visitas al taller hacen que muchos usuarios opten por anular el FAP, lo que desde Iberisa, consideran un error que puede acarrear fallos más serios.
Para anularlo, explican, tienen que retirar, en primer lugar la cerámica del filtro tras cortar la carcasa, algo que dejará marcas que podrían detectarse en una ITV, con el consiguiente resultado desfavorable. Además, se altera la estructura del filtro, lo que puede generar más errores.
También es necesario hacer modificaciones en el software, que pueden hacer que el sistema no detecte fugas de combustible. También será necesario instalar un emulador que imite la existencia de un filtro, así como dejar la sonda de temperatura.
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