La posventa postCovid: cierres, integración en redes y tendencia al mantenimiento integral

¿Cómo será la posventa después del Covid? El sector se enfrenta a una época de cambios, nuevos procedimientos y de reestructuración. La seguridad y la crisis económica pueden conllevar el cierre de talleres o la integración de los centros en redes, en un contexto en el que pasará a predominar "un taller para todos y no varios para cada operación", destacando la hibridación de los talleres especialistas hacia el mantenimiento integral. Asimismo, se ha consolidado la confianza como factor de elección junto al precio, aunque se añade una nueva aceptación: la seguridad. Todos estos factores deberían estar en equilibrio.

Pero además, el coronavirus ha acentuado el reto de la digitalización, lo que hace necesario la incorporación de los talleres independientes y mediados a la digitalización, al avance en el desarrollo del concepto taller digital. Todas estas conclusiones han sido expuestas por José Luis Gata, responsable de Posventa de Solera, durante su participación en la World Shopper Conference 2020.

Asimismo, ha señalado como claves de la posventa post Covid, la aceleración del desarrollo del ecosistema online en torno al recambio, con soluciones no presenciales que conectarán al taller, al distribuidor o a las aseguradoras, entre otros actores. Además, se hace más necesaria la formación al taller en aspectos como la prevención y las nuevas tecnologías, de forma que esté preparado para todos los desafíos y oportunidades de negocio previstas en el nuevo escenario, tales como la necesidad de establecer más puntos digitales de contacto con el cliente final.

Analizando las cifras, la evolución del mercado de la posventa para el 2020 se presumía con un ligero crecimiento del volumen de facturación, hasta alcanzar los 14.548 millones de euros, respecto a la cifra registrada en 2019, de 14.158 millones de euros. Sin embargo, la crisis del coronavirus ha supuesto un duro golpe para el sector, cuyas previsiones apuntan a los 12.064 millones de euros a cierre del ejercicio, una cifra de negocio el 17% por debajo del nivel de facturación pronosticado al inicio del año, según ha señalado José Luis Gata. Estas datos de facturación suponen una caída del 14,8% con respecto a los resultados de 2019. Sin embargo, las previsiones para el futuro no son más optimistas.

Gata ha apuntado a los resultados para hacer hincapié al escenario de salida en W para los talleres mecánicos, que ya venía vaticinando hace unos meses, y es que tras un repunte en los meses de verano tras el desconfinamiento, el nivel de actividad vuelve a presentar un descenso. Asimismo, ha insistido en nuevas pérdidas futuras debido a la bajada del kilometraje, que será del 15% en 2020, dato que afectará a los talleres porque la facturación media por cada kilómetro recorrido es de tres céntimos.

A estos factores se suman el aumento del desempleo y el estancamiento o reducción de las rentas en los hogares españoles, lo que se traduce en un descenso del nivel adquisitivo y, con ello, la imposibilidad de cambiar de coche. La caída de las matriculaciones tiene una correlación directa con la evolución futura de las reparaciones, lo que hace estimar que la facturación de la posventa en 2025 será de 12.344 millones de euros, lo que supone un descenso del 15% sobre las previsiones de 2020.