El "plantón" tras reservar cita previa: un nuevo problema del taller postCovid-19
Las reservas en línea permiten organizar el trabajo. Un cliente que no acude a su revisión está haciendo perder tiempo y dinero al taller.
El número de citas previas en los talleres de reparación se ha multiplicado en las últimas semanas. Reservar en línea se ha convertido en una prioridad para muchos clientes, que aseguran así acudir al centro y poder obtener una atención más personalizada, evitando coincidir con otros usuarios en las instalaciones y garantizando el cumplimiento del aforo máximo. Una ventaja para los clientes pero también para los trabajadores, que pueden organizar el trabajo en función de los tiempos, controlando los flujos y planificando el número de trabajadores que necesitan según la demanda de servicios. Sin embargo, muchos profesionales del taller están advirtiendo del incremento de los comúnmente conocidos como "plantones", e inciden en la importancia de acudir siempre que el cliente reserve una cita, o en caso de que surja un imprevisto, avisar al taller para que pueda gestionarse de la forma más correcta y rentable.
Trabajar con cita previa se ha convertido en un nuevo hábito que se ha multiplicado por tres desde el comienzo de las fases de desescalada, y que como apunta un estudio realizado por Euromaster, antes del coronavirus el 40% de la actividad total del taller procedía de una reserva previa, un dato que se ha incrementado hasta el 70% en las últimas semanas. En el contexto actual, ahora solo tres de cada diez coches que se acuden a los talleres lo hacen sin previo aviso.
Los talleres de reparación se han ido adaptando a esta nueva fórmula de trabajo, lo que conlleva organizar una agenda y calendarizar las visitas de los clientes de forma más ordenada, permitiendo a los centros aumentar su rentabilidad y productividad al ser capaces de calcular el tiempo medio que requiere cada operación en el vehículo, planificando la actividad que se realizará en el día o en la semana.
La vuelta al trabajo tras la crisis del coronavirus ha estado marcada por los cambios y el impulso de la cita previa es uno de ellos, el cual puede ser un gran aliado si los clientes son responsables y acuden a su cita. En un período en el que el sector necesita recuperar su ritmo de trabajo e incrementar la facturación, los "plantones" suponen para el taller una pérdida de tiempo y dinero, al mismo tiempo que desorganiza su calendario.
Asimismo, la vuelta a la circulación y el comienzo de las vacaciones de verano ha generado, y sigue generando, muchas visitas al taller para la puesta a punto del vehículo. Hace unos días que Guillermo Moreno, vicepresidente de la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa), explicaba en un programa de radio que sí se trabaja con agenda pero que las esperas son como máximo de una semana, en el caso de las revisiones simples. Un período de demora que podría seguir aumentando si los clientes no se presentar a sus citas y que impide que otros conductores que sí lo necesitan, sigan retrasando su paso por el taller.
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