Las patronales, resignadas ante las restricciones al tráfico en Madrid

El veranillo de San Martín puede salir caro a los talleres del centro de Madrid. El Ayuntamiento de la capital ha aplicado este viernes el 'segundo escenario' en casos de episodios de alta contaminación, después de que el jueves se haya limitado por primera vez la velocidad en la M-30 y en las vías de acceso a la ciudad desde el cinturón de la M-40 a 70 km/h.

Ante los índices de concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos, este viernes 13 se ha prohibido el aparcamiento en la zona de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) con carácter general a todos los coches salvo los de los vecinos que cuenten con la correspondiente tarjeta de residente. De este modo, los 3.954 parquímetros no están en servicio.

Con esta medida, las personas que aparcaran en las zonas azules y verdes del centro (la restricción no afectaba a los parking públicos ni privados) se enfrentaban a una multa de 90 euros. Este protocolo que ha aplicado el ayuntamiento madrileño lo aprobó el anterior consistorio el pasado mes marzo.

Quedaban libres de esta disposición los vehículos comerciales, los de personas con movilidad reducida, los vehículos oficiales, los de cero emisiones, además de los taxis en servicio y las motos.

La medida, que podría repetirse durante este semana, es vista con resignación por las patronales de talleres por la doble lectura que tiene esta medida para los establecimientos de reparación. Por un lado, por la menor afluencia de vehículos que notarán los talleres ubicados en el interior de la M-30 y, por otro, por la reducción del uso del vehículo privado.

Desde Asetra-Conepa han mostrado a InfoTallerTv su preocupación por un asunto tan delicado. “Entendemos que el respeto al medioambiente y a la calidad de vida de los ciudadanos puede y debe ser compatible con la actividad económica de empresas que no sólo prestan servicios a esos mismos ciudadanos, sino que también contribuyen a una mejora de la sociedad con la generación de puestos de trabajo y de aportaciones económicas e impuestos derivados de su propia actividad”, señalan desde las patronales.

Por ello, piden al consistorio madrileño que se busque el término medio en las medidas a adoptar cuando ocurran estos episodios de alta contaminación y han confiado en que el buen tiempo del que se disfruta en toda España acabe pronto para que la lluvia o el viento limpien el aire de las grandes ciudades.