De cursos falsos a flotas inexistentes: los ganchos más "creativos" de los estafadores para timar a los talleres
A las ya conocidas inspecciones de extintores, cursos de formación o flotas a cambio de dinero, se le suman nuevos anzuelos, ya sea por teléfono o mediante correo electrónico. Hay talleres que reciben varias llamadas al día ofreciéndoles un servicio un tanto dudoso.
En los últimos años, las estafas que buscan engañar a talleres para lograr un beneficio económico parecen multiplicarse y no solo eso, los presuntos timadores se las ingenian para encontrar ganchos cada vez más creíbles para lograr su objetivo. Tal y como define el secretario general de la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos (Adeabur), Gabriel Martínez: "Se trata de gente excesivamente creativa que está alrededor de los talleres".
Algunos de los que ya se tenía conocimiento son el del certificado de “Buenas prácticas Covid-19” que era absolutamente falso, los técnicos de extintores que solicitaban el abono de una cantidad de dinero por una supuesta inspección y que por supuesto, no eran técnicos, o los cursos de formación que en realidad no se tienen que hacer, pero se pintan como obligatorios.
Las temáticas de estos cursos van desde riesgos laborales hasta prevención del acoso laboral, pasando por la protección de datos, tal y como recogía Infotaller en este artículo. Desde Conepa, Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, afirman que "venden un curso pero en realidad los talleres no deben de hacerlo. Muy recurrentes son el de protección de datos o el de acoso laboral. Hay que tener cuidado con generalizar, ya que en cada territorio hay que adecuar la normativa, pero en el 99% de los casos no son obligatorios y en todo caso, estará regido por lo que se diga en el convenio del metal".
Por su parte, en julio de 2019, la Agencia Española de Protección de Datos publicó un documento elaborado en colaboración de la Inspección Laboral y de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, y que incluye otras prácticas fraudulentas que suelen estar asociadas a este tipo de servicios y que Fevauto Valencia hizo público.
Por su parte, Gabriel Martínez, de Adeabur establece que "son 'seudofraudes' que juegan con el miedo y con el despiste. Llaman y dicen por ejemplo que tiene que tener usted un delegado de datos. Un taller no es partido político o una asociación religiosa en la que se manejan datos con ese volumen de sensibilidad. Al igual pasa con los cursos, te dan información sesgada que parece que son obligatorios. Ante la duda, la solución se encuentra en los convenios colectivos, donde no vienen como obligatorios, sino como una recomendación para trabajadores. Lo que tiene que cumplir la empresa es trasladar las recomendaciones según el convenio y ya quien quiera, puede complementar con un curso de formación".
Rasgos comunes
La mayoría de los presuntos timos se realizan llamando al centro de reparación y ofreciendo el servicio en concreto, siempre con un adelanto monetario de por medio. "Todo es mediante llamada telefónica, no hay mail escrito, pero son muy insistentes", explican desde Femeval, la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana. "Es un fraude repetitivo que hacia tiempo que no se daba. Ahora sobre todo les da por protocolo de acoso laboral".
Así, independientemente del gancho que se utilice, existen algunas características comunes en el comportamiento de estos presuntos estafadores:
- Desaparecen una vez se hace el abono de dinero o al preguntarles por sus datos.
- Son cantidades "pequeñas", aproximadamente de 300 euros para que se considere hurto.
- Los documentos que aportan para la transacción están cuidadosamente elaborados incluyendo datos como el CIF, email, teléfono o incluso sellos de organismos oficiales.
- El correo en ocasiones, suele ser Gmail, no de cuenta corporativa.
- Se apoyan en organizaciones oficiales, como sindicatos o patronales, para hacer la información que venden más fiable.
"La presunta empresa facilitadora "dice ser una SL e incluso dan un CIF y un email. Además ofrecen una cuenta para las transferencias que, tras una somera averiguación, es de una entidad que solo da servicios bancarios a particulares, no a empresas. El email no es corporativo, sino de Gmail, y el CIF no somos capaces de localizarlo vinculado a una empresa legal”, recalcaban desde Adeabur respecto a una denuncia en Burgos de una supuesta derivación al taller de coches para reparar a cambio de un pago de 300 euros.
Este es otro de los ganchos que se utilizan, el de las flotas de vehículos a cambio de un adelanto monetario (el último caso llegó a conocimiento de Fevauto Valencia). Consiste en una llamada telefónica que, aprovechando la necesidad de acuerdos de algunos centros de reparación con empresas que tengan flotas de vehículos, una supuesta compañía les ofrece enviarles al taller coches para reparar o mantener, a cambio de 300 euros + IVA. Como es lógico, es todo mentira.
Granada, Pamplona, A Coruña, Burgos, Málaga y ahora Valencia, son las poblaciones que ya han notificado este tipo de estafa, todas con una cantidad que no pasaba los 300 euros. Según Adeabur: “Son itinerantes, una vez actúan en una zona, en poco tiempo se trasladan a otra más alejada”.
Nuevas ideas de los presuntos timadores
Desde Conepa además arrojan las últimas novedades en cuanto a ganchos: "Utilizan el anzuelo de que tienen acuerdos con las patronales para ofrecer cursos o servicios". Lo más importante es saber que "nadie informa a través de las patronales y organizaciones, son ellas mismas quienes informan. Juegan con una información que no es cierta. Es muy frecuente y se hace más frecuente cuando sale una norma nueva".
Otro reclamo que se utiliza es decir al taller que no les va a costar nada o que se van a beneficiar de seguros sociales al realizar esa formación. "Ofrecen cursos por mayoría. Si el taller cae en esto, el crédito que tiene para formar a trabajadores se agota y cuando tenga que realizar alguna obligatoria no se puede bonificar. Es decir, esto provoca que el crédito formativo se agote".
"Hay más casos de los que se llegan a detectar", afirma el secretario general de Adeabur, Gabriel Martínez que continúa: "Unos realmente son estafadores. Otros te ofrecen un servicio, como puede ser crearte una web y a desaparecer. Otros intentan arrancar de una ilusión y vendértela pero luego no son capaces de suministrártela. El taller se acaba viendo arrastrado muchas veces por ignorancia".
No hace muchos días, desde un taller de Burgos se notificó un supuesto intento de estafa utilizando esta vez el gancho de la "revista de la asociación de la Guardia Civil". En este caso, el servicio que se ofrecía era poner publicidad en una supuesta revista de la Guardia Civil, que por supuesto, no está reconocida. Desde el taller 'afectado' afirman que es algo recurrente ya que cada medio año aproximadamente llaman para ofrecerles esto. Es decir, consiste en que el taller dé dinero a cambio de una supuesta publicidad en esa publicación. Lógicamente, utilizan el gancho de la benemérita para reflejar más seriedad y así lograr más confianza a la hora de estafar.
El mismo taller afirma que le ofrecen varias cosas mínimo una vez al día, como cursos de prevención de riesgos laborales o suministros de luz. "Al preguntarles por sus datos, su dirección física o dónde están, se van por las ramas o directamente cortan la llamada", cuentan desde el centro de reparación. Además, se presentan con nombres propios diciendo: "Somos una empresa de..." y el teléfono desde el que llaman es visible. "Incluso a veces han llamado supuestamente desde sindicatos ofreciendo formación. Siempre recalcan que son gratuitos, que ellos se encargan de dar la formación".
Pero no solo se hacen a través del teléfono. También existe el envío de correos electrónicos de forma masiva para notificar que el fichaje de los empleados en papel está prohibido. "La engañifa que utilizan con el taller es que le ponen una sentencia delante del Tribunal Supremo y así le asustan y éste compra la máquina. Es decir, le proveen el servicio, pero a base de un engaño. No es estafa pero tiene aspecto de fraude, bajo una información manipulada. Es lo mismo que los cursos, se da el servicio pero con vicio de conocimiento, lo que generan una ansiedad y una inquietud de "a ver si lo estoy haciendo mal", aporta Gabriel Martínez. El fichaje en papel es válido siempre que cumplan los contenidos.
El correo viene desde un nombre real en español y desde una dirección que parece corporativa pero más enrevesada que el simple .es. Está dirigido específicamente al taller en cuestión y en el asunto pone: "Comunicado para (nombre del taller) Firmar un papel ya no es válido como registro de jornada laboral. La Audiencia Nacional lo confirma". Incorporan en el cuerpo del correo una sentencia contra otra empresa relacionado con el fichaje en papel y, a continuación, ofrecen sus soluciones con su correspondiente descripción y precio, para evitar "tener problemas con la justicia". Se tratan de máquinas electrónicas para fichar con un valor que parte de los 100 euros. Además incluye algún enlace sospechoso.
En este caso, puede que la máquina exista y hasta puede que se la mandan al taller si la compra, pero no la necesita, ya que el caso que adjuntan en el correo y que se puede ver en la imagen de abajo, se centra en la condena por otros incumplimientos relacionados con fichaje, no con que no se pueda hacer en papel. Si el taller desconoce esto, ya es víctima de este fraude. Desde uno de los talleres a los que llegó el mail, afirman que reciben este tipo de comunicaciones cada dos meses.
Desde Adeabur además, aportan otro tipo de procedimiento 'dudoso': "Pides desde el taller un motor y te mandan otro distinto y se empeñan que está bien suministrado. No sé si es un error o una estafa que pidas un 4 cilindros y recibas un 6. O te mandan un motor Frankenstein, es decir, aquellos que recomponen un motor aquí y allá, que aparentemente encajan pero luego no funcionan. Esto le pasó a un asociado con un Opel. Y luego están los que simplemente no te lo suministran", cuenta Gabriel Martínez.
Respecto a esta última modalidad el secretario general de Adeabur complementa: "Se trata de pequeñas empresas que ofertan motores pero que luego no tienen. El taller llama, les dice lo que quiere y le confirman que si lo tienen sin realmente tenerlo. Luego ellos se ponen a buscar hasta en Wallapop y mientras están metiendo al taller en un follón".
Consejos ante dudas de posibles estafas
Este tipo de tramitaciones se suele dar mediante acuerdos comerciales verbales, "algo que no está regulado" pero en caso de que exista una documentación o un contrato, desde Conepa aconsejan siempre leer bien y revisar la documentación que se le está proporcionando al taller ya que, "a veces se firman cosas que no se sabe ni si son legales".
Por eso, ante cualquier duda, aconsejan consultar antes con la patronal y así se analizan los términos de ese supuesto contrato. Además, "cuando firmen deberes también tienen que tener presente los derechos y obligaciones de la otra parte. Muchas veces se obliga al taller pero la empresa no pone a que se compromete. No es ilegal pero se debe saber lo que se firma", concluyen desde Conepa.
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