¿Qué pasos hay que dar para poner en marcha un taller mecánico?
Licencias, altas en Hacienda y Seguridad Social, y seguir la regulación sobre residuos tóxicos son algunos de ellos.
Con el fin de poder abrir un taller mecánico es necesario, en primer lugar, contar con un título que acredite que se ha realizado una formación reglada para ejercer la actividad en este tipo de negocios.
Sin embargo, también son imprescindibles toda una serie de trámites burocráticos que cambian en cada Comunidad Autónoma. No obstante, hay ciertos requisitos generales que no pueden pasarse por alto, según detalla Serca en un post.
Así, antes de comenzar la actividad hay que formalizar la declaración ante Hacienda para ejercer bajo una de las formas jurídicas existentes (lo más común es ser autónomo o crear una sociedad limitada).
A continuación, se debe pedir al ayuntamiento la licencia de actividad y el permiso de obras; tramitar en Hacienda el alta censal del taller, e inscribir y afiliar a los empleados en la Seguridad Social formalizando los contratos ante la Oficina de Empleo.
Asimismo, hay que darse de alta en Hacienda en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y, una vez iniciada la actividad, comunicarlo a la Oficina de Trabajo.
A esto hay que añadir la formalización en el Ministerio de Trabajo del libro de visitas y el alta ante el Registro Especial de Talleres de Reparación de Vehículos Automóviles y de sus Equipos y Componentes en la Dirección Regional de Industria de la Comunidad Autónoma (con un proyecto técnico, la memoria de la relación de puestos de trabajo, equipos, maquinaria y descripción de los servicios que se ofrecerán).
Posteriormente, el negocio debe inscribirse en el Registro de pequeño productor de residuos tóxicos y peligrosos de la región, realizar un contrato con una compañía autorizada que recoja y transporte los vertidos y sustancias peligrosas (si se consumen más de 3.500 litros de agua, es necesaria una identificación industrial de vertidos de la Confederación Hidrográfica de la región) y cada cuatro años presentar un Plan de Prevención y Reducción de Residuos Peligrosos.
A este respecto, cada año se debe llevar a cabo la declaración de envases y residuos. A esto se suma la presentación de un informe acerca de suelos contaminados.
Por otro lado, cada cinco años se tiene que presentar el Boletín Eléctrico de Baja Tensión y el de Alta Tensión, así como cumplir con las exigencias de consumo sobre reclamaciones, resguardos, cartelería, depósitos, señalizaciones, facturas y placas distintivas.
Tampoco hay que olvidar los ficheros que hay que enviar a la Agencia Española de Protección de Datos, cumplir la normativa de riesgos laborales y contar con un seguro de responsabilidad civil.
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