El mantenimiento de un eléctrico premium es un 85% más caro que uno convencional

Si bien la facturación por mecánica de un vehículo eléctrico es de media el 28% inferior al de uno de combustión, de cara al taller existen dos grandes oportunidades con los coches de propulsión eléctrica: los neumáticos y las marcas premium, según Solera.

Un operario trabaja en un taller con el neumático de un coche.
Redacción Infotaller

21 de agosto 2024 - 17:06

Si bien la facturación por mecánica de un vehículo eléctrico es de media el 28% inferior al de uno de combustión, de cara al taller existen dos grandes oportunidades con los coches de propulsión eléctrica: los neumáticos y las marcas premium, según indica Solera, compañía tecnológica experta en el ciclo de vida del automóvil.

Respecto a los neumáticos, los talleres especializados pueden sufrir más en la parte de mecánica rápida, pero compensar, al menos en parte, con las cubiertas. En concreto, el coste de mantenimiento de los neumáticos de un eléctrico (a tres años y 90.000 kms) es el 61% más caro que un diésel.

En cambio, los mantenimientos periódicos (en ese mismo rango de tiempo y kilómetros) son un 66% más baratos en un eléctrico que en el resto de motorizaciones.

Y es que hay que recordar que muchas piezas que se ensamblan en un coche de combustión desaparecen con el eléctrico. Son casi 21.000 euros en piezas que se "evaporan" y esto impacta en la parte de mecánica de la posventa, precisa Solera.

MARCAS PREMIUM

En cuanto a las marcas premium, en el caso de un eléctrico hay, tal y como indica esta firma, una enorme diferencia en su coste de mantenimiento con respecto a una generalista, hasta el 85%. En cambio, en un diésel, el más habitual del parque en España, esa diferencia entre premium y generalista es solo del 29%.

Si el foco lo dirigimos a híbridos y gasolina, interesa un poco más el premium en el caso de los segundos, el 68% más caro que el generalista; mientras que en los primeros es el 60%, señala la firma.

CARROCERÍA

En carrocería, las diferencias son más imperceptibles pues están ligadas a golpes y siniestros, si bien el eléctrico tiene un poco más de preponderancia a registrar daños delante y atrás, es decir, por alcance, tal y como se deduce de los datos de reparaciones que maneja la citada compañía. El 48% de las operaciones de reparación se produce en la parte delantera y el 32%, en la trasera.

"Aunque el coche eléctrico supone un punto de inflexión en los mantenimientos, al desaparecer gran parte de las piezas mecánicas, no hay que olvidar que estos vehículos están muy ligados a la digitalización, por lo que la actualización de software puede ser una oportunidad para compensar y que el negocio de un taller se mantenga, aún incluso con las mencionadas consecuencias de la electrificación", señala Martín Tejero, Key Account Manager de Solera.

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