La menor movilidad reduce el 20% la actividad de los talleres extremeños

Desde marzo de 2020, con la pandemia, los coches de los extremeños empezaron a realizar menos kilómetros y, con ello, bajo la actividad del taller, informa hoy.es, y añade que se venden menos vehículos nuevos, de forma que surgen más averías, lo que compensa, en parte, dicho descenso.

Aun así, los talleres mecánicos no han alcanzado el ritmo de ingresos previos a la pandemia, tal y como confirma la Asociación de Empresario del Metal de Extremadura, Aspremetal, que cuantifica el descenso entre el 30% y el 40% en 2020 y del 20% en lo que va de año, respecto a 2019. La asociación explica que “el año transcurrido ha sido horroroso para el sector de los talleres mecánicos por las restricciones de movilidad y el descenso en el número de viajes, tanto de ocio como de trabajo”. A menos kilómetros, menos averías y menos siniestros, “que es de lo que viven los talleres”, señala Cristobal Maza, director general de Aspremetal.

En cambio, el descenso de matriculaciones ha envejecido un parque móvil que pide más taller, si bien un sondeo entre talleres de la región muestra que el efecto de la pandemia en sus negocios ha sido desigual. Justo después del confinamiento, en junio de 2020, muchos clientes acudieron al taller a sustituir la batería y poner a punto al automóvil, tras varios meses parado. De aquel repunte son testigos Antonio Suárez y Pablo Rosado, quienes tienen taller en la barriada de Llera de Badajoz. Este último, jefe de taller de Talleres Valdepasillas, afirma que trabajan a buen ritmo “porque la gente no está comprando vehículos nuevos y, al final, los coches están más usados y necesitan más visitas al taller”. Por su parte, Suárez, que tiene su propio taller, dice que su socio se jubiló en plena pandemia y decidió “en vez de contratar a otra persona, quedarme solo, porque había menos actividad y no tenía sentido buscar a un empleado”.

Ayudas del Gobierno

Suárez asegura que le vino bien que en la segunda oleada de ayudas del Gobierno entraran los talleres, lo que le permitió ingresar 600 euros para pagar dos cuotas de autónomo y explica que si continúa abierto es “porque el local es mío. Si tuviera que pagar mil euros de alquiler, a lo mejor tendría que haber cerrado”.

Por otra parte, Manuel Labrador, responsable de la marca First Stop en Badajoz, recuerda que el año pasado si bajaron las ventas de neumáticos para turismo, “pero se compensaba con los de camiones, que estaban todo el día en carretera durante la pandemia” y asegura que en 2021 ya están en niveles previos a la pandemia. “De hecho, he pedido cita para una revisión para el coche y me la han dado para dentro de dos meses, porque me dicen que están a tope”, concluye.

José María Sánchez Prieto, responsable de dos talleres Best Drive, apunta que la casuística de ciudad y pueblo es diferente, tal y como demuestra que su taller de Badajoz capital atienda principalmente turismos y el otro, en la localidad de Talavera la Real, reciba además maquinaria agrícola. Comenta Sánchez que “en 2020 la actividad bajó mucho, porque todo vehículo que no ha rodado, se ha perdido, y al sector la pandemia nos pegó un bofetón. Pero después nos hemos ido recuperando, aunque no es lo mismo un taller de ciudad-pueblo que uno de pueblo, porque el campo no ha parado”. Y corrobora que la actividad no acaba de despegar en la ciudad este año, “aunque en el pueblo ha habido buena cosecha y eso significa gente moviéndose, aunque todavía no estemos en niveles de 2019”.

En el lado contrario, Jesús Luengo, responsable de una franquicia de Car Lunas en la barriada de San Roque de Badajoz, aclara que la mayoría de los cambios de lunas “que hacemos es porque se rompen cuando el vehículo está en marcha, solo una minoría por algún robo, así que, si en los últimos meses ha habido menos coches moviéndose, hemos trabajado menos, eso es así. En nuestro caso, hemos disminuido la actividad el 20% respecto a años normales”.