La limpieza y sustitución de las bujías, paso a paso
Las bujías deben sustituirse cada 60.000 kilómetros (en coches de gasolina) o cada 120.000 (en los diésel).
Dependiendo del tipo de motor, las bujías deben sustituirse cada 60.000 kilómetros (en coches movidos por gasolina) o cada 120.000 (si son diésel). Si aun no se ha cumplido ese plazo, pueden desmontarse y limpiarse, aunque no conviene abusar de la limpieza. Tanto a la hora de desmontar las bujías para limpiarlas como para cambiarlas, hay que seguir estos pasos, resumidos por Ro-Des:
- Aflojar la bujía montada. También se debe limpiar la suciedad del hueco de montaje con aire a presión. Todo ello hay que hacerlo con el motor en frío y la batería desconectada para evitar accidentes.
- Destornillar la bujía. Una vez desconectada de los cables o las bobinas, se destornilla la bujía con una llave dinamométrica. A continuación, soplar los depósitos del orificio y retirar con un paño seco.
- Limpiar la bujía. Si no queremos cambiar la bujía, sino limpiarla simplemente, se debe usar alcohol de 90º o algún limpiador específico como los aptos para frenos o carburador. La rosca de la bujía se puede rascar con un cepillo metálico, una aguja o un cuchillo afilado.
- Comprobar la distancia entre los electrodos. Ha de estar entre 0,020 y 0,080 pulgadas. Si la erosión los ha distanciado más, la chispa no tendrá la intensidad suficiente. Se pueden calibrar reajustando el electrodo lateral.
- Instalar la bujía. Una vez limpia y seca, se sopla la bujía y se pasa por un paño seco antes de reinstalarla. Si se va a sustituir, basta con insertar la bujía nueva.
- Atornillar y fijar. Por último, se atornilla manualmente la bujía nueva o la limpia hasta que haga tope. Posteriormente se fijará el par de apriete que corresponda, en este caso con la llave dinamométrica para evitar problemas derivados de apretarlas demasiado o demasiado poco.
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