Un herido en el incendio de un presunto taller clandestino en Cala Rajada (Mallorca)
El herido sostiene que solo reparaba en el garaje sus vehículos, mientras que los vecinos ya habían denunciado en anteriores ocasiones la ubicación del taller clandestino a la Policía Local, que había abierto diligencias.
Un hombre ha resultado herido de quemaduras y trasladado a un hospital tras un incendio declarado en el aparcamiento subterráneo de un edificio en Cala Rajada, en el término municipal de Capdepera (Mallorca), el pasado domingo, 3 de octubre, informa el diariodemallorca.es.
Todos los indicios apuntan a que el herido tenía instalado un taller clandestino en el aparcamiento y que cuando trabajaba en un vehículo, este salió ardiendo, lo que provocó una nube tóxica y la destrucción del mismo. La Policía Local ya andaba a la zaga de este individuo, del que sospechaba que tenía un taller clandestino, tras realizar varias inspecciones y elaborar diversos informes sobre ello. Ahora toca a los servicios técnicos municipales examinar el inmueble y determinar si la estructura ha resultado afectada, lo que obligaría a desalojar a todos los vecinos.
Nube tóxica
El incendio produjo sobre las 10:30 de la mañana en el aparcamiento subterráneo del edificio ses Rotges, en la calle Rotges de Cala Rajada, aunque el acceso al garaje se ubica en la calle Isaac Peral. Cuando llegaron los Bombers de Mallorca se encontraron con que una gran humareda tóxica en el subterráneo y, tras apagar el incendio, que destruyó un coche, dedicaron varias horas a ventilar el aparcamiento.
Además de los Bombers acudieron dotaciones de la Policía Local de Capdepera y la Guardia Civil, que realizaron una detenida inspección para tratar de confirmar el origen del fuego. Parece ser que se trata de un edificio conflictivo y que los vecinos ya habían denunciado ante la Policía Local, que había abierto diligencias, que el hombre tenía un taller clandestino en una zona del aparcamiento cerrada. El herido, por su parte, había declarado que solo reparaba allí sus coches. Al parecer varios vecinos habían instalado cámaras de vigilancia, con un sistema muy precario de conexión a la red eléctrica.
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